Hasta las raíces

Alfredo Vara
Alfredo Vara EL PUENTE

OPINIÓN

17 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay miles de razones para desear la desaparición de la organización responsable de la masacre de París. El centenar largo de cadáveres y los cientos de heridos de este fin de semana son las más recientes.

Pero hay muchas más.

Las decenas de muertos y centenares de heridos en Beirut la semana pasada.

Los cadáveres de más de 70 mujeres yazidíes en una fosa común hallada en las últimas horas en el norte de Irak.

Las de Charlie Hebdo, las del avión destruido sobre Egipto, las de Túnez, las de personas degolladas, quemadas vivas, crucificadas o arrojadas desde las terrazas de edificios. Y muchas más.

Los nuevos bárbaros que se hacen llamar Estado Islámico han sembrado concienzudamente el terror donde han podido. Y no pararán ni habrá manera razonada ni dialogada de detenerlos.

Han demostrado que su fanatismo es compatible no solo con una destacada preparación militar y estratégica, sino también con un elevado dominio de las técnicas de comunicación y del uso de Internet como arma propagandística y de captación y preparación de adeptos.

Por eso hay que esperar que la respuesta a la extrema crueldad de sus actos, iniciada ya por Francia, no sea ni unilateral ni parcial ni caiga en los errores de ocasiones anteriores, en los que muchos expertos coinciden en situar parte del origen de esta nueva amenaza contra la civilización occidental.

Hay que esperar, y demandar, que llegue hasta las raíces del caos en que viven amplias zonas de Oriente Medio y hasta los motivos por los que el fanatismo encuentra tan fácilmente adeptos en las ciudades europeas.

Si no, esta amenaza, que va a durar, durará mucho más.