Falló Cervantes

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

27 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No fallaron los aspirantes a gobernarnos. Falló Miguel de Cervantes, que en la primera parte del Quijote escribió que «a fin de alcanzar lo imposible, hay que intentar lo absurdo». Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera, tan saturados estos días de lecturas quijotescas, se quedaron con la máxima cervantina, pero no llegaron a lograr lo imposible, que es lo que ya nos parecía a todos los fogoneros la formación de un Gobierno.

Unos y otros intentaron lo absurdo hasta la extenuación. Porque absurdo es que el primero en renunciar sea el ganador en las urnas; que se imponga a la derecha en un pacto con la izquierda; que se aspire a ser presidente sin levantar el teléfono; que se autonombren ministros sin haber ganado ni llegado a acuerdos y que se esté dispuesto a apoyar a los de un lado y a los de otro por muy distantes que estén las posturas. Absurdo es pedir la abstención a quien quieres desalojar; como lo es haber perdido cuatro meses tratando de poner de acuerdo a los que no mostraron la mínima voluntad por entenderse; y absurdo, al fin, es decir que por mí no ha quedado.

Ayer terminamos de visualizar un fracaso colectivo. El de un país que se siente incomprendido y en manos de unos líderes, es un decir, que por no saber, no saben razonar los resultados electorales. Unos líderes hablando de partidas de póker y de una España más fuerte en el primer acto de campaña.

Bordaron lo absurdo, pero no se alcanzó lo imposible. Así que falló Cervantes, aunque también hizo que el iluminado Quijote dijera aquello de «mira que el que busca lo imposible, es justo que lo posible se le niegue».