La incertidumbre sorprende

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ciudadanos del común nos preguntamos qué pretendieron vendernos con estas nuevas elecciones además de la estrategia inteligente de Rajoy y las ansias de Podemos, deseosos del adelanto al PSOE.

Los populares predicaron el voto útil frente a Ciudadanos y frente a los otros a quienes consideran el caos, e intentaron esquivar la enxurrada de corrupción y de malas prácticas que los cerca. A la vista de los resultados, lo lograron: el incremento en 14 escaños respecto a diciembre a costa de Ciudadanos y del PSOE da la sorpresa del 26J.

Su estrategia de debilitar al PSOE y particularmente a Pedro Sánchez, en el ADN de los populares de Rajoy, le ha dado resultado, por más que en ello hayan colaborado los propios barones socialistas. La sombra de Cameron no ha logrado alcanzar a Rajoy e incluso le ha beneficiado, aunque el resultado no garantiza que gobiernen.

La estrategia de Podemos, ya probada con sus confluencias, y la concepción plurinacional de España, para optimizar en la actual ley electoral el voto perdido de Izquierda Unida coaligándose, no les ha dado los resultados estudiados y esperados para las nuevas elecciones. Lejos quedó el adelanto, y también la transversalidad defendida por Errejón.

Los barones socialistas aflojaron las riendas con las que embridaban a Pedro Sánchez, y le han dejado pastorear el incierto futuro socialista con mayor libertad y un apoyo menos condicionado, producto del susto por el anunciado adelanto de Podemos. Sus resultados, impensables antes del recuento, no lo hacen un partido bisagra, sino el partido imprescindible. Aunque queda por saber para qué. Lo cierto es que el denostado Pedro Sánchez ha logrado unos buenos resultados para como estaba el partido y el desgaste al que lo sometieron propios y extraños. Con la remontada en Madrid, y la entrada totémica de Madina en el Congreso, poco podrán decirle si además el PP gana al PSOE en Andalucía.

Ciudadanos, que estableció su línea roja en torno a Rajoy, ha pagado su osadía de haberse atrevido a alcanzar un acuerdo con los socialistas. A pesar de su centrismo, han sufrido un duro golpe. Son víctimas del voto útil y de la ley electoral. Les queda un duro papel de negociación y estrategias para consolidarse.

La incertidumbre se ha resuelto con una victoria del Partido Popular que ha neutralizado a Ciudadanos, y un Pedro Sánchez que resistió a la coalición Unidos Podemos. Queda por ver cuál es la estrategia de Rajoy para formar Gobierno. Porque quizá no les llegue con ser primeros. O quizá sí.