Pues... no podían

María Xosé Porteiro
María Xosé Porteiro HABITACIÓN PROPIA

OPINIÓN

27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El bipartidismo no estaba muerto. Estaba de parranda. La izquierda española siempre estuvo fragmentada aunque con un PSOE mayoritario, solo que ahora la fractura del voto progresista es mayor, aunque sumando escaños sigue consolidando un bloque alternativo al de la derecha con el PP al frente. Podría pensarse que las elecciones de diciembre sirvieron para el desahogo del enfado de la población más joven que situó a los conservadores en torno a Ciudadanos y a los más progresistas en torno a Podemos y sus confluencias. Una vez liberado el malestar y en vista del fracaso de la nueva política para retirar a la derecha de la Moncloa, esta masa de votantes volvió a fórmulas tradicionales, elevando al PP y aguantando al PSOE. En la anterior sesión de investidura, Podemos votó que no a Sánchez e hizo posible que Rajoy, dos meses después, haya ganado nada menos que 14 escaños. No se puede pasar de la cal viva a coleguitas de la socialdemocracia sin coste electoral: masivo retorno del voto útil y regreso a casa del bipartidismo.

Podemos ha reconocido que sus expectativas se basaban más en un deseo que en una posibilidad, con lo que se demuestran escasamente maduros para analizar las pulsiones de la sociedad española. Izquierda Unida ha tirado por el desagüe un millón de votos... algo que se veía venir; ya en Galicia la alianza PSdeG-EU del 97 produjo pésimos resultados. En cuanto al BNG, obtuvo una cuarta parte de los votos que tuvo el maltrecho Ciudadanos en Galicia y parece confirmado que esa voz que decían ser padece una fuerte afonía, al tiempo que en las mareas comienza la bajamar. Por otra parte, hay un fracaso evidente del discurso rupturista y la línea roja del proceso secesionista de Cataluña es historia.

Y por cierto, que vayan cerrando todas las empresas de sondeos, por favor. Distraen pero no convencen y el truco se ha quedado en jugada fallida. Ni sorpasso ni caída libre del PP, son los resultados más relevantes del recuento de votos de estas elecciones con vocación de segunda vuelta. La corrupción sí cotiza en Bolsa y Mariano Rajoy con su laissez faire, laissez passer como mantra, ha demostrado que -como decía Fraga- el que resiste gana y la ciudadanía española ha confirmado que tiene unas tragaderas muy grandes a la hora de juzgar el delito de saquear las arcas públicas por parte de un partido que ha sido calificado como organización criminal creada para delinquir por todo un señor juez. Ciertamente, esta vez, el PP se ha revelado como el partido que más se parece a España. Ahora queda por ver si hay escaños suficientes para formar mayorías en uno u otro lado del hemiciclo. Pero eso lo dejamos para otro día. Ya saben... mañana, hablaremos del Gobierno.