Méritos de Feijoo

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

27 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se puede estar a favor o en contra de Feijoo, pero no se pueden negar sus méritos ni su liderazgo cuando acaba de obtener una mayoría absoluta frente a sus contrincantes unidos. No importan las justificaciones que cada uno quiera dar de estos resultados. Lo que importa son los datos en sí, que hablan por ellos mismos y que no admiten interpretaciones marrulleras, falseadoras o embrolladoras. Feijoo ganó y punto.

Digo esto con la debida contundencia porque, no habiendo escrito ni un artículo a favor ni en contra de ninguna de las fuerzas que participaron en la campaña gallega, creo que ahora puedo hacer afirmaciones no hipotecadas por análisis o deseos previos. Puedo decir, por lo tanto, que Feijoo ha dado una lección de alta conexión política con el pueblo gallego. Ha sabido concurrir con una tarea hecha y con unas promesas creíbles. Sería absurdo negarlo, y aún sería más absurdo decir que el pueblo se ha equivocado. En política, el que se equivoca es el que pierde, y deja de equivocarse cuando gana.

Ahora el lector podría esperar que yo desgranase los aciertos de la campaña de Feijoo, pero sería un esfuerzo baldío. Los aciertos de Feijoo están todos en las listas de desaciertos de quienes perdieron, porque estos se empeñaron, como ya dijo Woody Allen, «en hacer de cada solución un problema», en vez de aportar soluciones creíbles y acreditadas. Quizá la política nunca fue otra cosa, y esta vez tampoco hubo sorpresas.

Son justas y acordes con los resultados las felicitaciones que está recibiendo, porque su victoria tiene singularidades. No en vano Feijoo se ha convertido en una rara avis: el único gobernante autonómico con una mayoría absoluta en esta España nuestra. Su compromiso con Galicia fue ratificado además por él nada más conocerse los resultados. No tiene intención de cambiar de aires ni dar saltos a Madrid.

No es el momento de analizar -tampoco me lo permite este espacio- el recorrido de su partido en Galicia, pero creo que hay en él líderes que no se pueden ni se deben silenciar. Feijoo se ha convertido ya en uno de ellos. Y otros partidos tienen los suyos. Así es la política democrática. Pero, a día de hoy, Feijoo empuña la antorcha que más alumbra.