Sobre fusiones y áreas metropolitanas

Andrés Precedo Ledo CRÓNICAS DEL TERRITORIO

OPINIÓN

20 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tener un territorio bien ordenado no es solo una cuestión de urbanismo, de uso del suelo, ni de protección del paisaje y de los espacios naturales o de protección del litoral. Todo eso es imprescindible, y ya se han dado pasos importantes. Claro que con las leyes, las normativas y los planes no se consigue el objetivo si los responsables políticos siguen mirando para otro lado y eluden aplicar dichas normativas. Pero tener un territorio bien articulado exige también racionalizar la organización territorial. En su día lo intentamos con la organización supramunicipal en comarcas rurales, rururbanas y metropolitanas, pero ese modelo no ha se ha podido consolidar, a pesar de que nuestro Estatuto de Autonomía dice que la comarca es la entidad territorial propia de Galicia.

El caso es que ahora nos encontramos con la típica situación derivada de la falta de racionalización del mapa municipal a tiempo. Por un lado, están los partidos judiciales; por otro, municipios que se fusionan por afinidades políticas; hay áreas de transporte metropolitano, y las comarcas siguen utilizándose como espacios de gestión de determinados servicios. Si todo eso coincidiera entonces podríamos decir que tenemos una organización territorial coherente y racional, pero la realidad es, como vemos, la contraria.

Es patente la necesidad de fusionar los concellos que por sus dimensiones demográficas y económicas no son viables. Ha habido dos casos con un fuerte componente político, pero hay que acometer seriamente un plan de fusión de municipios que no se deje al albur de las afinidades de los políticos colindantes sin tener en cuenta el funcionamiento real del territorio y la coherencia de las fusiones con otras divisiones administrativas. Sería curioso que una parte de los habitantes de un nuevo municipio fueran a un juzgado y la otra mitad a otro diferente, por ejemplo. Lo mismo ocurre con las áreas metropolitanas. Su necesidad es palmaria, pero su delimitación territorial debe hacerse con seriedad. En Vigo ya está aprobada y en A Coruña la quieren poner por fin en marcha.

En Vigo empezaron por el área funcional primaria, pero el alcalde ya habló de incorporar más municipios y están en ello. En A Coruña empiezan con un territorio raquítico en relación con el área económica, funcional y de transporte, como bien ha dicho uno de los alcaldes. No podemos crear un nuevo minifundismo en la organización del territorio. Las decisiones políticas deben estar refrendadas por estudios o informes objetivos que, con la información existente, pueden hacerse de manera muy rápida.

Queremos una Galicia con municipios más eficientes, con áreas metropolitanas funcionales, con una coherencia de las divisiones territoriales. No queremos un desorganización territorial que repita lo que ha ocurrido con el desorden territorial y el feísmo.