¡Pero estos argentinos independentistas!

OPINIÓN

16 nov 2016 . Actualizado a las 17:10 h.

¡Éramos pocos y parieron los argentinos! Resulta que estos revolucionarios de La Cámpora, herederos del Congreso de Tucumán, han emigrado en tropel hasta España y se han insertado en la UTE Podemos para reivindicar en distintas partes de España la independencia de cada porción y el falso derecho a decidir.

En Barcelona, en Cataluña, en Zaragoza, en Aragón, en Valencia, en Baleares, en Madrid, estos vástagos del peronismo kirchnerista nos dan lecciones de historia a los españoles, consideran que somos un «país de países», una «nación de naciones» y, con el apoyo del coco Pablo Iglesias, se encaminan a un reconocimiento del papel de los territorios en su organización para que la noción de «país de países» «permee el modelo de Podemos». Lo que nos faltaba para que los independentistas de pata negra engorden sus filas con los venidos de Río de la Plata cabalgando los versos de El Martín Fierro: «Él anda siempre huyendo, / siempre pobre y perseguido, / no tiene cueva ni nido, / como si fuese maldito?».

El penúltimo kirchnerista en sumarse a esta corriente ha sido el tal Pablo Echenique, nacido en Rosario (Argentina) el 28 de agosto de 1978, secretario de organización de Podemos, pico de oro y patrón de asistentes en negro en Zaragoza, que ha impulsado el documento Lurte (del vasco lurte, corrimiento de tierras, alud), aprobado por el 58 % de los afiliados en Aragón, para «hablar de Aragón en clave de país y crear un foro constituyente que se sume a los procesos que están en marcha en distintos territorios del Estado» (¿?). «Hablamos de hacer un tránsito hacia un modelo descentralizado donde Aragón pueda decidir por sí mismo sus ritmos y sus destinos, conforme a su realidad. Construir una lurte ciudadana aragonesa es hablar en clave de país», dice otro párrafo de su escrito, que añade que «la dignidad y la democracia son los elementos que construyen a un país real, levantado por y para su gente, y esos son, sin duda, los dos pilares sobre los que se asientan las movilizaciones y las aspiraciones aragonesas desde antes, incluso, de la muerte del dictador» y concluye definiendo «la lurte ciudadana como espacio de construcción de un proceso constituyente» para «afirmar la soberanía de los pueblos que habitan» (España).

Esperemos que cuando estos gauchos matreros argentinos, independientes, heroicos y sacrificados, declaren la independencia de Aragón, Cataluña, Baleares, Valencia, Andalucía, Madrid, tengan a bien hacerlo también en quechua, como gesto de reconocimiento y recuerdo hacia aquellos sus antepasados que el 9 de julio de 1816 declararon la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica del Reino de España y la redactaron en español y quechua.