Europa es un acantilado

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

06 dic 2016 . Actualizado a las 09:22 h.

Algo se mueve en Europa y en el resto del mundo. La crisis fue la gasolina que lo incendió todo. Hay una foto hecha hace apenas doscientos días, anteayer, vamos, en la que posaban algunos de los supuestos amos de Europa y del mundo. En la imagen están Obama, Cameron, Merkel, Renzi y Hollande. Solo queda Angela. El resto no existen. O van camino de no existir. Pasó por encima de ellos el brexit, Trump, la nula capacidad de gobernar Francia y el falso referendo de Italia. Tiene razón Xosé Luís Barreiro cuando dice que a los europeos nos fascinan los abismos. La atracción del vértigo. Lo único sólido que tenemos en Europa todavía es a Angela Merkel y a Super Mario en el Banco Central Europeo. Tenemos que aferrarnos al euro más que nunca. No podemos convertir nuestra moneda en una cometa. No en un mundo donde el capitalismo es turbocapitalismo. El populismo hace daño apelando a emociones de Perogrullo. El de izquierdas, que ya tocó poder en Grecia y en Portugal, mutó y es casi de centro. Al Bloco de Esquerdas luso y a Tsipras no hay quien los conozca. Y menos mal. Terminan por aceptar las únicas políticas que nos pueden salvar, las que les interesan a las multinacionales, que son las que gobiernan el planeta. El populismo de ultraderecha de momento no ha llegado al trono, salvo en la Casa Blanca, que no es poco. En Austria se quedó a un paso. ¿Qué sucederá en Francia, donde Marine Le Pen lo tiene en la punta de los dedos? No aprendemos que los experimentos se hacen con gaseosa. Renzi fue primer ministro sin pasar por las urnas. Y por mucho que insistiese con su verborrea de vendedor de sartenes, el referendo de ayer era un plebiscito sobre él. O somos pragmáticos o corremos el riesgo de convertirnos en un continente para viejos. Europa es un acantilado. Y estamos en el filo catando el viento.