Cinco atentados en 24 horas

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

13 dic 2016 . Actualizado a las 08:56 h.

Cinco en menos de 24 horas. Cinco atentados en cinco países tan alejados entre sí como de Europa. Cinco actos cobardes, que tienen por objetivo sembrar el caos y mantener el estado de inseguridad, pero que no parecen preocuparnos demasiado por su lejanía. Cuatro de ellos han sido perpetrados presuntamente por terroristas vinculados a grupos islamistas, mientras el quinto parece atribuible a uno que no lo es. Se trata del doble atentado a las puertas del estadio deportivo Vodafone Arena del Besiktas, no muy lejos de la famosa plaza Taksim de Estambul, que ha tenido lugar el sábado por la tarde y ha dejado un saldo de al menos 38 muertos y más de 155 heridos, la mayoría agentes de policía. Los terroristas esperaron a que el estadio se vaciara de público para atacar un furgón de la policía antidisturbios que todavía vigilaba el exterior. No buscaban una masacre de civiles, sino de fuerzas de seguridad, por lo que Erdogan no ha tardado en atribuir el hecho al PKK, la guerrilla kurda con la que rompió la tregua el verano del año pasado.

En una base militar del puerto de Adén, Yemen, otro atentado atribuido a la rama local del Estado Islámico ha dejado un saldo de 40 muertos y 30 heridos. Algo habitual en un país hundido en una guerra civil olvidada por casi todos.

En el África subsahariana, un coche bomba en Mogadiscio, Somalia, y dos niñas con cinturones bomba en el mercado de Meidiguri, en Nigeria, han provocado la muerte a varias personas. El primer atentado se enmarca en las actuaciones de Al Shabab, mientras el segundo ha sido reivindicado por Boko Haram. Nada sorprendente.

Y el quinto atentado ha tenido lugar el domingo en la iglesia de San Pedro, cerca de la catedral de San Marcos, en El Cairo, donde los fieles coptos cristianos asistían a misa. La cifra de muertos supera los 25, con más de 35 heridos. Se especula con la autoría por parte de un nuevo grupo terrorista islamista.

Suma y sigue.