Simplemente Navidad

OPINIÓN

21 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Van contra la Navidad los ayuntamientos populistas? Por un momento pensé si dichos ayuntamientos iban a organizar piquetes con la policía municipal al frente para impedir a los cristianos la entrada a las iglesias para las celebraciones religiosas, o que tal vez las autoridades habían confiscado los libros sagrados para que no se pudiesen celebrar las misas de Nochebuena y de Navidad. Pero no era nada de eso. Era cuestión de las luces y de los adornos que se ponen en las calles, de en dónde se instalan los belenes, de los atuendos que los Magos lucirán en las cabalgatas de Reyes.

¿Quién va realmente contra la Navidad? Mi amigo Agrelo, arzobispo de Tánger, se hizo la misma pregunta. Coincidimos en la respuesta. Ambos sabemos, con el evangelio en la mano, que van contra la Navidad los que miran con indiferencia al mendigo, al drogadicto, al emigrante, al necesitado; los que permiten que en el Mediterráneo perezcan a millares hombres, mujeres y niños. Van contra la Navidad quienes asocian refugiado a terrorista, emigrante a mafioso, musulmán a amenaza, diferente a enemigo. Son la anti-Navidad quienes profanan el santuario de las familias con la violencia de las armas, con el horror de las guerras, los que sacan beneficio del sufrimiento ajeno, los poderosos que van llenando el mundo de santos inocentes. Van contra la Navidad quienes exacerban nuestro ya grande afán de consumo. Y nosotros, ¿dónde estamos?