Europa y el ogro

Xosé Carlos Arias
Xosé Carlos Arias DEBATE. LAS AMENAZAS DE TRUMP

OPINIÓN

04 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas quince días han servido para despejar todas las dudas: con Donald Trump llega a las relaciones internacionales un estilo bronco y amenazador como no se recordaba desde hace muchos años. Y si en alguna parte chocan esas maneras es en la Unión Europea, en donde es principio sagrado que las políticas se hagan con sutileza, discreción y buscando no humillar a nadie (quizá con la excepción griega del 2015). Claro que todo eso podría cambiar si nuevas sorpresas electorales sobrevienen a lo largo de este año, en este caso en el continente.

También parece claro que la política comercial norteamericana se dirige hacia un cierto aislacionismo, siendo la única incógnita el grado que llegará a alcanzar. La economía europea se verá muy afectada por ello, apareciendo en el horizonte riesgos extraordinarios, pero también alguna que otra oportunidad. En cuanto a los primeros, no es difícil atisbarlos: si la desconexión norteamericana fuese tan en serio como para originar un bucle proteccionista general, Europa sufriría mucho, pues, después de todo, las diversas economías europeas están ahora mismo plenamente insertas en las cadenas globales de valor, las cuales representan una parte muy importante de la producción mundial. Además, la enorme incertidumbre que todo lo relacionado con Trump acarrea es lo peor que le puede ocurrir a una economía como la europea, en la que una genuina recuperación aún dista de estar garantizada.

¿Y las oportunidades? De dos tipos. Primero, la retirada norteamericana podría dejar espacios libres para aumentar los intercambios con áreas como la asiática o América Latina, que se verán obligadas a buscar nuevos socios. Y segundo, y principal, quizá el ver de cerca los ojos del ogro sea lo que necesita la UE para dar un viraje fuerte a su política económica, dejando atrás tanta inanidad -eso sí, con buen estilo- que, reconozcámoslo, tampoco podía continuar por mucho tiempo.