Un fallo muy benévolo

Ignacio Bermúdez de Castro
ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

18 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La absolución de la infanta Cristina estaba más que cantada. La Audiencia Provincial de Palma no tuvo mucho que dilucidar al no existir acusación por parte de la Fiscalía, por lo que la hermana del monarca puede estar más que satisfecha al terminarse su calvario procesal, ya que Manos Limpias ha anunciado que no recurrirá la sentencia. Distinto es el caso de Urdangarin. A mi entender, y desde la perspectiva que da llevar treinta años vistiendo una toga, la Audiencia ha sido excesivamente benevolente con el cuñado de Felipe VI. No por haberle impuesto tan solo seis años y tres meses de prisión de los diecinueve y seis meses que pedía la Fiscalía. Eso ocurre a menudo. Mi perplejidad es por dos motivos. A pesar de que ninguna de las tropelías cometidas por el tándem Urdangarin-Torres se hubiesen podido llevar a cabo sin la intervención del primero, al segundo le imponen dos años y tres meses más de cárcel. ¿Le hubiesen abierto las puertas del dinero fácil a Diego Torres si no fuera acompañado de quien iba? Evidentemente nadie le hubiese prestado ni la más mínima atención. A mayores, y los desconfiados pensarán que como contraprestación, la esposa de Torres resulta absuelta. Al serlo Cristina de Borbón no quedaba otra, en un claro e insultante reconocimiento de que las mujeres pueden estar en la inopia respecto a las ingentes fortunas amasadas por sus cónyuges. Apesta a rancio machismo. Solo un divorcio podría atenuar el inmenso daño que el caso Noós le ha hecho a la monarquía. Y algo me dice que no tardaremos en enterarnos.