La media solo dice media verdad

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

02 mar 2017 . Actualizado a las 08:27 h.

Nací dos veces. Biológicamente, un 28 de enero: lo dice mi madre, principal autoridad en esta materia. Jurídicamente, un 28 de marzo: lo dice el Registro Civil, que no suele mentir. Anteayer, 28 de febrero, mediana entre las dos fechas, recibí un montón de parabéns y felicitaciones de familiares y amigos por mi supuesto cumpleaños, a quienes doy las gracias con retraso o anticipadamente, según se mire. Desconozco de dónde salió el dato erróneo que se propagó por las redes, pero sospecho que lo alumbró algún microchip de forma autónoma. Solo estos cachivaches digitales, con vida propia y mente binaria, son capaces de solventar salomónicamente el conflicto entre mi madre y el funcionario del registro. 

El próximo trimestre, el PIB recuperará el boyante nivel del año 2008. Lo dice el ministro De Guindos y así será. Pero no nos hagamos ilusiones: la renta media alcanzará previsiblemente esa meta, pero la suya, salvo que usted pertenezca a esa minoría privilegiada para quien la crisis ya es lejano recuerdo, seguirá en la sala de espera. Paciencia. Le sucederá lo que a mí: aquellos que abandonaron el útero materno al mismo tiempo que yo, siempre se me anticiparon en dos meses y también comenzarán a cobrar antes la pensión de jubilación. A cambio, puedo presumir y presumo, DNI en la mano, de ser más joven que ellos.

La media solo dice, en el mejor de los casos, media verdad. Y cuando las desigualdades son aberrantes y crecientes, la media miente como una bellaca. Si menos de medio millón de españoles -el 1 % de la población- acapara el 20 % del patrimonio, calcular el promedio de riqueza constituye un colosal ejercicio de cinismo. Lo representó espléndidamente, en histórica viñeta, el dibujante El Perich. Un potentado engulle un pollo y, al tiempo que arroja los huesos al pordiosero que lo acompaña, lo alecciona sobre el crecimiento económico: ya hemos alcanzado el medio pollo per cápita.

Incluso el propio Banco de España, a la hora de difundir la Encuesta Financiera de las Familias, se puso colorado y optó por utilizar, además de la media, otro baremo ligeramente más fiable: la mediana -mi 28 de febrero-, el valor de la variable que ocupa el centro de una serie. Fíjense cómo cambian los resultados. La riqueza media de las familias españolas asciende a 250.000 euros; la riqueza mediana, a menos de la mitad: 119.400 euros. La renta media bruta, 30.400 euros; la renta mediana, 22.700 euros. ¿A qué cifras se aproximan más las finanzas de su familia?

Como la media miente, a los políticos les encanta usarla, al igual que el acusado utiliza al testigo falso. Por ejemplo, para demostrarnos que la economía crece a buen ritmo y, en consecuencia, si no aumenta la población, crece en la misma medida la renta por habitante. Es decir, engorda el pollo de El Perich. Mientras, al otro lado, se oyen tímidas reivindicaciones, como la formulada ayer en La Voz por la sindicalista Maica Bouza: «Es hora de que el trabajador vea la recuperación en la nómina». Es decir, el pordiosero reclama algo más que los huesos del pollo.