Pritzker para Galicia

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto EL QUID

OPINIÓN

03 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Y para Asturias, Andalucía, Extremadura, Murcia, Castilla y León... El Nobel de la arquitectura a RCR es un reconocimiento a esos pequeños estudios de toda España que dignifican la profesión con un trabajo callado y necesario. Talleres de dos o tres personas que son mayoría en nuestro país y que van cosiendo el territorio con diminutas puntadas. No dejan la huella de los grandes edificios, como esos carísimos museos o esos aeropuertos que parecen catedrales, porque la misión de la arquitectura no es dejar huella -métanselo en la cabeza, políticos-, sino dar respuesta a unas necesidades, cumplir una función. 

La editorial Phaidon prestó atención a este fenómeno hace algunos años, cuando publicó un libro que se convirtió en un éxito inmediato, titulado 10x10. Se trataba de que diez arquitectos representativos eligiesen cada uno proyectos de otros tantos estudios repartidos por todo el mundo. El resultado fue un caleidoscopio de la nueva arquitectura, una guía reveladora del talento que hay más allá de los Foster, Calatrava, Herzog y De Meuron y compañía. Y entre los seleccionados por sus compañeros estaban Rafael, Carme y Ramón.

En Galicia hay muchos RCR: Creus y Carrasco, Irisarri y Piñera, Penela, Noguerol y Díez, Abalo Alonso, Díaz y Díaz, Quintáns... Imposible citarlos a todos y además no hace falta. Ellos saben que el mejor premio es su obra difuminada en el paisaje.