Empinar la Liga

César Casal González
César CAsal CORAZONADAS

OPINIÓN

14 mar 2017 . Actualizado a las 08:14 h.

La Liga está empinada, con o sin alcohol, en todos sus tramos. Al fin. Lo que la hace tan interesante como Kate Moss o David Beckham. Dos británicos a los que nunca incluiríamos en el brexit. Menos mal que se complica el paseo militar del Madrid y del Barça. Ya sufren en algunas jornadas. El Dépor, en plan Braveheart Bergantiños, le gana a un Barça de resaca del PSG. Y el Madrid se salva del desastre ante el Betis gracias a Sergio Ramos, del que se dice que es posible que vaya en peregrinación con Pedrerol y Roncero llevando la carreta al próximo Rocío. Ayuda que los dos grandes tengan porteros de discoteca, Ter y Keylor, dos buenos tipos pero mejor para otro grado de exigencia. Lo sabroso de esta temporada es que hay muchos avisperos. Es como si toda la tabla estuviese salpicada de avispas asiáticas o polillas guatemaltecas. La samba de las velutinas. Hay un segundo nivel, que pelean tanto como merengues y culés, que lideran los exespartanos de Simeone y los espartanos de Sampaoli, los dos con la misma fórmula: la sangre es el sudor. Va por delante el Sevilla, pero cuidado con el Cholo, que sabe sufrir más que una muela picada. Y en ese avispero europeo intentan zumbar Villarreal, Real Sociedad y Athletic de Bilbao. E incluyo al Eibar, porque mola que 28.000 habitantes le hagan la vida imposible en Ipurúa y lejos de Ipurúa a todos. El tercer nivel son el póker de Espanyol, Alavés, Celta y Quique Setién, capaces de lo mejor y de lo peor, de jugar como libélulas o de hacer partidos que parecen borrones, como si estuviesen escayolados. Y cierran, de momento, esta competición que se ha vuelto loca como la vida loca de la canción, ocho desesperados. De un Valencia tan irregular como este tiempo de verano/invierno a un Osasuna que huele a catafalco. En el medio, sálvese quién pueda: Betis, Dépor (con el viagrazo del Barça), el Málaga, que con Míchel mete menos miedo que Piraña en Verano Azul, un Lega sin legañas, el Granada explosivo y un Sporting que las va a pelear todas y alguna más. Un montón de dinamita en los avisperos para un final que será tan apasionante como el desenlace de Falcon Crest o como una resaca de Sue Ellen bébeda. Lo que pasa en la Liga se queda en la Liga.