Bastardo cobarde

Manel Loureiro
Manel Loureiro PRODIGIOS COTIDIANOS

OPINIÓN

24 mar 2017 . Actualizado a las 14:03 h.

Hola, pedazo de cobarde. Seguro que si llegas a leer estas líneas te pillo de muy buen humor. Acabas de ver en televisión cómo uno de los tuyos, otro lobo solitario de esa perversión del islam que practicas, ha acabado con la vida de un puñado de personas en Westminster, en pleno corazón de Londres. Mientras sonríes satisfecho, seguro que aún resuena en tu mente el grito de los muertos de Niza o de París de hace unos meses. Posiblemente, en alguna parte, al lado de los vídeos que cuelgan tus camaradas de Siria mientras degüellan a sus vecinos, guardes fotos del 11-M y cosas por el estilo. Lo necesitas, porque te motiva. 

Quizás por las noches tiembles de emoción, tratando de reunir el valor para hacer algo así. Seguro que tienes un plan. Algo glorioso, para partir rumbo a Alá y tus setenta y dos vírgenes en medio de un estruendo ensordecedor, llevándote por delante cuantos más infieles mejor. Sembrando el temor en el corazón de Occidente en plena yihad. Como un buen muyahidín, un noble guerrero del islam. Por la victoria de la fe verdadera y única.

Pues verás, querido enemigo, tengo malas noticias para ti: Vais a perder. De hecho, ya habéis perdido.

Habéis perdido porque, para empezar, sois una minoría incluso entre los vuestros. Hay muchos más musulmanes decentes que tarados extremistas como tú. Habéis perdido porque nuestra sociedad es mucho más dura que esa entelequia endeble basada en el miedo que os gobierna. Habéis perdido porque nuestras policías y servicios de inteligencia os acosan sin tregua. Pero, sobre todo, habéis perdido porque resulta que sembrar el terror en Europa no funciona. Ya hemos estado ahí antes y salimos más fuertes.

Puede que no lo sepas pero en Europa, en los últimos treinta años, hemos padecido a más gente como tú, bajo otros nombres: ETA, IRA, Baader-Meinhof, Brigadas Rojas… tanto da. Gente que pensaba que sus ideas podrían imponerse en medio de un baño de sangre si era necesario y… ¿Sabes qué? No les funcionó.

Tampoco os funcionará a vosotros. Estos decadentes y blandos occidentales, entre los que me incluyo, somos mucho más duros de lo que aparentamos. Nuestros valores de democracia, derechos y tolerancia han sido ganados a un precio muy alto, enorme, tan grande que no vamos a renunciar a ellos por mucho que choquen con las ideas de tu profeta.

Puede que pienses que Occidente es el culpable de todos los males que acosan a tus hermanos de credo, pero deberías meditar primero por qué crees eso. No somos nosotros quienes pretendemos arrastraros de nuevo a una segunda Edad Media, sino vuestros mulás. Dale una vuelta a eso.

Una última cosa. Europa es hoy un oso dormido, tranquilo y pacífico. Procurad no despertar a esa bestia, por el bien de todos.