Botellón global

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que el atentado de Westminster le da votos y alas a Le Pen, por ejemplo. El terrorista muerto estaría encantado de semejante respuesta. Como le contentaría que, finalmente, nos obligaran a dejar el portátil en la bodega del avión, además de semidesnudarnos y toquetearnos y forzarnos a filas y trámites interminables antes de embarcar. Al terrorista de Londres le haría feliz que montáramos más controles de todo tipo y contratáramos más policías, que dejáramos de acudir a según qué sitios, que viéramos constreñida de mil modos nuestra libertad. Todo eso significaría que ha tenido éxito, porque ha producido el efecto fundamental que pretendía: miedo.

Sé que estoy repitiéndome y que lo he dicho ya otras veces. Lo siento. Pero contra el terror que intenta reventar nuestra vida ordinaria, nuestro sistema de valores y la misma convivencia política solo cabe una respuesta: mantener y reforzar esa vida ordinaria, ese sistema de valores, esa convivencia política. Al terrorista le interesa provocar a los halcones y asustar a las palomas. A la gente corriente, sin embargo, nos conviene demostrar que no tenemos miedo y que seguimos viviendo con la misma libertad y creyendo en lo mismo. Nuestra fuerza radica ahí, no en una seguridad siempre inflada y siempre insuficiente.

Defiendo el despliegue de una estrategia antiterrorista dura, claro. Lo que discuto es que esa estrategia se financie con préstamos de libertad, porque perderíamos el capital y los intereses antes de empezar. Nos convertiríamos en una sociedad sin coraje y sin fuerza moral, en una especie de botellón insensato, custodiado por muchos policías, que nos acompañarían luego a casa y nos meterían en la cama.

@pacosanchez