El descamino de la convivencia

OPINIÓN

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El autor del atentado terrorista en Londres era un ciudadano británico, radicalizado hasta convertirse en enemigo de la sociedad en la que debería estar integrado. Una brutal ruptura de la convivencia que es noticia rutinaria en los telediarios cuando se produce entre personas, si media violencia. De las otras, curioseo si acaso o descuido de sus consecuencias. Alimentar la convivencia es un reto. Volviendo al atentado, en su salvaje irracionalidad ha dejado la macabra ironía de haber ocurrido cuando el Reino Unido está activando su ruptura con la Unión Europea y a pocos días de conmemorarse los sesenta años del Tratado de Roma. Cuando se está tratando de fortalecer la Unión chirría la actitud del presidente del Eurogrupo, con su irresponsable apreciación sobre los Estados del sur y, sobre todo, con su apelación calvinista para justificarla, que está en las antípodas de lo que justificó el nacimiento de la integración europea como un espacio de convivencia pacífica, superador de dos guerras, impulsada por políticos cristianos, liberales y socialdemócratas. 

Un descamino de la convivencia es el llamado procés para la desconexión de Cataluña de España. Quienes lo promueven están empeñados en seguirlo. No es seguro de que todos quieran materializarlo, a pesar de fijar la fecha para celebrar un referendo sobre la independencia, cuya inconstitucionalidad no les ofrece duda alguna. Recordárselo es machacar en hierro frío, lo diga la vicepresidenta o ilustrados juristas. De momento el comportamiento se sintetiza en lo que los nacionalistas Puigdemont y Junqueras titularon en un artículo de prensa: «Que gane el diálogo, que las urnas decidan». Paladines del diálogo se ofrecen incluso a exponer su postura con una conferencia en una sala del Senado. Tras la reforma del reglamento del Parlament en el que tienen mayoría, tratan de presionar con partidas en los Presupuestos para un eventual referendo. En tromba se han lanzado en contra razonados artículos en medios de comunicación. No les hacen mella. El rechazo de la contraoferta oficial al president de la Generalitat de acudir al Senado con los otros presidentes autonómicos será coherente con la diferencia identitaria que defienden.

Actúan con la táctica del engaño de la pesca en río. Tendrán que evitar no ofrecer motivos para una intervención prematura del Tribunal Constitucional. El concurso para disponer de papeletas se referirá a elecciones; en lugar de referendo, pueden calificarlo de consulta popular, con amparo en el Estatut y en la sugerencia innecesaria que proporcionó el Tribunal Constitucional; pueden buscar una pregunta que bordee la inconstitucionalidad y otras argucias para desestabilizar. En último término, las sentencias pronunciadas no van a tener efectos disuasorios: los condenados pueden llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y antes de nuevas condenas los no inhabilitados pueden convocar elecciones. La tarea será lograr en ellas un sí a la convivencia.