Sanidad con médicos y ciudadanos

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

31 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El nuevo presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, plantea un gran acuerdo político por la sanidad en el que se singularice el pacto en torno a los profesionales sanitarios y su precariedad. Su posicionamiento coincidió con el anuncio del gobierno valenciano de revertir el hospital de Alcira, «el modelo Alcira», a la gestión pública. Ambos hechos obligan a pensar la sanidad. No en vano Galicia compromete en ella en torno al 40 % de su presupuesto, lo que ha llevado a reorganizar la Consellería de Facenda para mejor control.

Un reciente análisis -Estudio sobre la situación laboral de los médicos en España- realizado por la OMC en colaboración con sindicatos médicos, establecía que el servicio nacional de salud era «la mayor empresa de trabajo temporal». Solo el 50,2 % de los diez mil médicos encuestados disponía de plaza fija, y el otro 50 % estaba sometido a contratos temporales; de estos, un 43 % los firman por más de seis meses y un 41 % viven en el precariado. Tanto que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se ha visto obligado a pronunciarse sobre ello.

Revertida la incomprensible medida de la anterior Consellería de Sanidade sobre la jubilación de los médicos a los 65 años, quedan por resolver los problemas de precariedad, paro y desprofesionalización señalados, algo en lo que los políticos y gestores de los sistemas de salud no se dan por avisados. Con un 41 % de precariedad médica -hombres y mujeres con 4,8 y 5,7 contratos por año respectivamente- y salarios con grandes diferencias autonómicas por debajo de los de Portugal y Grecia, no se puede hacer buena medicina. Sumen a ello la precariedad de la enfermería.

En la actualidad se sitúa la vuelta a la gestión pública del hospital de Alcira. El buque insignia de la política privatizadora desarrollada por el PP, que iba más allá del modelo catalán. Alcira era la concesión y el pago por población. El modelo catalán era el concertado, de obvia influencia en el desarrollo del sistema sanitario español. Y entremedias lo que pretendía ser el modelo madrileño -mezcla de Alcira, concertado y modelo hospital de Vigo- fue paralizado por las mareas blancas.

Que la OMC mantenga su influencia en el debate sanitario es alentador, como lo es la reciente creación del Cercle de Salut en Cataluña, los estudios de ESADE, Deusto y PWC, los lobbies gerenciales, o los sindicatos y asociaciones. Porque entre todos quizá se encuentren respuestas al futuro del sistema sanitario. En Galicia se necesita análisis y reflexión.