Lo grotesco

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

08 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Se ha cumplido una semana grotesca y lo grotesco, de ordinario, oculta un lado cruel. Mientras Maduro sumaba al hambre un golpe político descarado que rectificó casi al día siguiente, aquí discutíamos sobre la irreverencia de tomar coca-colas en el Senado, de si la reforma educativa debe empezar por la supresión de los grupos de WhatsApp de los padres o de si hay que prohibirles acudir a los partidos de los chavales para que no los solivianten.

En medio, Asad bombardeó con armas químicas y mató a ochenta civiles, niños treinta de ellos, sin que los de las coca-colas dijeran nada, por miedo a molestar a Irán, que apoya al dictador sirio. Pero el suceso cambió el discurso del inefable presidente de los Estados Unidos, que mandó llover misiles sobre la base aérea de la que habían despegado los aviones de Asad. No se sabe muy bien por qué lo ha hecho: si para simular distancia con los rusos, si para dejar claro que su America First no significa que vaya a tolerar cualquier cosa, si para distraer la atención del caos que está montando en su propia casa o porque realmente cree que era una opción moral. Vaya usted a saber. Puede que incluso le hayan movido todas esas causas a la vez.

Los tomahawks de ayer quizá sirvan para dejar de hablar de Gibraltar, que casi era lo único bueno de la semana. Porque, pese a subrayar el perfil grotesco de estos días, la polémica de Gibraltar ha contribuido a algo muy sano para la estabilidad psicológica: a reírnos de nosotros mismos. A la verborrea belicista y ridícula de los tabloides ingleses, respondimos a carcajadas, con chistes ocurrentes y muy de aquí, que incluyen siempre una mofa de lo nuestro. A veces amable, a veces cruel.

@pacosanchez