La cloaca máxima

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando estudiamos la historia de Roma y leímos sus prodigios en el Kovaliov, que es un libro portentoso, no reparamos demasiado en la cloaca máxima. Era una red de alcantarillado pionera que eliminaba las bazofias y despojos romanos. Entonces no existía el Canal de Isabel II, que veinte y pico siglos después cumple funciones similares a la magnífica obra de ingeniería de Roma (en principio era un canal a cielo abierto que luego se fue cubriendo progresivamente). Se encarga, entre otros asuntos, de las aguas. Es una empresa acaudalada. Emplea a 2.500 personas y solo en patrimonio tiene más de 3.000 millones de euros. Y en el Canal de Isabel II se gestó esta nueva estafa que descubrimos con pasmo los españoles. Qué asco, digo yo, y nunca mejor dicho: la cloaca. Que esté entre rejas un expresidente de la poderosa Comunidad de Madrid es una vergüenza. Cierto. Y vergüenza paralela es que se intuyera, o sospechase, y aquel PP de Aguirre no respondiese con prontitud y diligencia. Pero no fue la laxitud el único desacierto. Está también la noticia escandalosa que ayer tarde abría nuestra web: «El hermano de González se reunió con el número dos de Interior al conocer la investigación». ¿Cómo se puede ser tan cándido o simple? ¿Cuando algo huele a podrido es preciso alejarse. Sin más. El alcantarillado de Roma no era nada en comparación con Madrid. He aquí la verdadera cloaca máxima.