Una segunda Revolución francesa

Gonzalo Parente VENTANA AL MUNDO

OPINIÓN

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que entramos en la nueva sociedad global del siglo XXI estamos viviendo cambios continuos en todos los ámbitos, económicos, sociales y ahora políticos. Cuando creíamos que ya estaba todo inventado, dimos un paso a lo que hoy se llama posmodernidad, que nos ha sumido en bastante desconcierto. Antes, había organizaciones pensadas para el siglo anterior y sus circunstancias, como la Comunidad Europea orientada a la economía, que es lo que querían los británicos, por eso se han ido cuando la UE va por otros derroteros hacia la unión política. 

Las naciones con soberanía popular nacieron de la Revolución francesa de 1789, pero ahora, dos siglos después, esas naciones, con soberanía, leyes propias y fronteras se ven desbordadas por las comunicaciones, las migraciones, la economía global y los problemas de soberanía compartida. Esto se da en Europa con más fuerza porque sus 27 naciones necesitan algo nuevo.

Pues bien, eso es lo que promete ese joven político francés que probablemente saldrá elegido presidente la próxima semana. Macron no tiene ideología política de la vieja escuela. Es un reformista liberal que aspira a darle a Francia y a Europa las oportunidades para su unión, con la mejora de vida de sus ciudadanos y la defensa de sus intereses, como miembros de una sociedad con los valores de la democracia liberal, el libre comercio y la defensa de la sociedad que se sigue llamando occidental.

No lo va a hacer solo en Europa, pero es importante el apoyo francés.