Viajar en Uber

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aprovechando un viaje a Madrid, el otro día me subí en un taxi de Uber. Lo bueno de este sistema es que te dicen la hora exacta a la que te recogerán y puedes ver en un mapa la situación del coche en tiempo real; en mi caso tardó un poco más de los 6 minutos que decían inicialmente. Por un trayecto de unos 15 minutos pagué algo más de 8 euros, que entra dentro de la horquilla (7-11 euros) establecida para el servicio UberX, el más económico. Sin embargo, pude hacer el viaje en un flamante Tesla Model S, que en principio solo atiende a los clientes de UberOne (13-18 euros), pero que la compañía estadounidense está intentando promocionar. El coche, totalmente eléctrico, es elegante por dentro, con muchas superficies recubiertas de cuero, y estaba limpio como una patena. Es amplio, aunque en las plazas traseras no hay mucha distancia al techo, y en la enorme pantalla de 17 pulgadas del salpicadero podemos ver con claridad la ruta. Un detalle sorprendente es el tirador exterior para abrir las puertas, que está incrustado en la carrocería y sale automáticamente al pulsarlo (a algunos propietarios se les ha estropeado y se han encontrado con la imposibilidad de acceder a su vehículo). Por supuesto, rueda en completo silencio y no emite ni un solo gramo de CO2.

Tras la carrera, en la app podemos puntuar el servicio y felicitar al conductor por haber puesto buena música, llevar el coche impoluto... Le pregunté al chófer -que iba vestido con traje y corbata- qué autonomía tenía y me dijo que le da para una jornada de trabajo, que es de 10 horas, sin tener que recargarlo. También quise saber si había tenido algún encontronazo con los profesionales del servicio de taxi tradicional, y confirmó que era moneda habitual. Es lo que pasa cuando quienes deben regular un servicio nuevo, legal y del siglo XXI se inhiben. Volveré a viajar en Uber, y también en el taxi de toda la vida, y solo espero que ambos paguen impuestos.