¿Son convenientes nuevas fusiones?

Alberto Vaquero A DOS BANDAS

OPINIÓN

19 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Parece bastante probable que en los próximos meses asistamos a una nueva vuelta de tuerca en el proceso de concentración bancaria. Si esto finalmente ocurre, probablemente serán el Banco de Santander y el BBVA las dos entidades que abrirán esta nueva etapa de (re)concentración financiera; además, habrá que contar también con el papel que pueda jugar Caixabank. Todo parece que estas tres entidades, que gestionan la mayor parte del negocio bancario y que llevan más de un año tanteando el mercado, decidirán si les conviene o no ampliar su dimensión. Y aún está pendiente lo que va a pasar con Bankia, parcialmente nacionalizada gracias a los 22.000 millones de euros de dinero público. Habrá que ver qué tiene pensado el Gobierno, a través del FROB con esta entidad, que prepara además la integración de BMN.

La Comisión Europea también viene reclamando a España que fomente la concentración. El Banco Central Europeo es de la misma opinión al sostener la tesis de que en España hay demasiados bancos y que algunas entidades europeas pueden tener problemas de viabilidad a medio y largo plazo. Por lo tanto, parece muy probable que más pronto que tarde veamos cómo los grandes vuelven a poner sus ojos en entidades de menor tamaño.

Paralelamente, se siguen cerrando oficinas y despidiendo a trabajadores, síntoma inequívoco de que algo va a pasar. A lo anterior hay que añadir que este intenso proceso de consolidación financiera puede generar algunos efectos negativos, tal y como se señala en un documento del BBVA Research del 2014. Esta concentración en unos pocos bancos puede generar preocupación sobre la estabilidad del sistema financiero, de ahí que será recomendable una mayor apertura al exterior, algo en lo que coincide con el Banco de España. En segundo lugar, apunta que el grado de competencia bancaria puede resultar menor en países desarrollados y con bancos muy grandes. No obstante, señala que este resultado no es aplicable a todos los países; dependen del entorno institucional y del ciclo económico.

Es necesario advertir todas estas cuestiones a la hora de apostar por una mayor concentración.

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