Galicia bonita

César Casal González
César casal CORAZONADAS

OPINIÓN

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Del feísmo al guapismo. Es un camino que nos debemos. Ya está bien de ladrillo a la vista. De casas sin acabar. De disparates. Tenemos la tierra, el cielo y el mar más hermoso. Es una deuda cuidarlos. Mimar y no minar el paisaje que nos acuna. Es un desastre ver algunos pueblos y ciudades de Galicia. Pero dejemos el feísmo. Hablemos de guapismo. En positivo. Ya está bien de cebarnos con casas y edificios sin recebar. De pensar en ese colchón destripado que cierra una esquina de una finca. Galicia bonita puede ser el título de una película, como María bonita es el de una novela de Ignacio Martínez de Pisón. Sé que hacer las cosas bien a veces es más caro. Pero no es menos cierto que lo barato sale muchas veces por un pico y una pala. Y poner mimo y celo en las casas, en los caminos, en las marquesinas, en los muros, en las papeleras es también cuestión de ganas. Somos bonitos por dentro. Nos falta serlo por fuera. Los paisajes entran por la vista y tenemos algunos que son como un grito, como un tiro desesperado. Un borrón. Fijémonos en los rincones bellos. Amemos los detalles. Escuchemos a los expertos. Galicia se merece villas maravilla, no chapuzas. Los gobiernos, todos, deben ayudar, colaborar, vigilar y sancionar. Todos hemos estado en alguna ocasión en una de esas casas, que no tienen que ser lujosas, que se confunden con el paisaje. En uno de esos sitios cuidados, donde cada rincón es un lugar para escribir un poema a la vainica de la espuma de las olas. El sonido del mar en esas casas mimadas con paisaje estupendo suena como si la habitación fuese una caracola. Galicia bonita, la película que tenemos que ponernos a filmar cuanto antes.