El tiempo no es eterno

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

11 jul 2017 . Actualizado a las 08:25 h.

¿Cómo están ustedes? ¿Qué fue de Richard Cleyderman? ¿Cuántos años tendrán Enrique y Ana? ¿Dónde vivirá el futbolista Mágico González? ¿Tendrá rizos Cliff Richard? ¿Y morros? Ahora que está más que nunca de moda lo vintage, esa memoria nos lleva a pensar en cómo vuela el tiempo. Cómo caen las décadas. Los jóvenes compran discos de vinilo y tú piensas en aquel volumen doble de Serrat. A veces es bueno retornar al pasado, pero otras la melancolía no es más que un veneno que mata poco a poco. A todo el mundo le ha sucedido que releyó un libro que le había entusiasmado en la adolescencia y la relectura le dejó estupefacto. ¿A mí me gustaba esto? Tal vez Herman Hesse y sus fábulas existenciales. ¿Quién no le ha puesto con ganas una película a su hija, te va a encantar, y a los diez minutos la vergüenza te lleva a querer quitar la cinta? ¿Yo disfruté con esto? Tal vez aquellas tonterías para críos en plena pubertad de Porky’s. Cada década tiene su medida y su peso. Hay quién divide la vida de los humanos en décadas. Dicen que cada década es una muerte. Nos equipara a los gatos con sus siete u ocho o nueve vidas. La primera muerte, dicen, es a los diez. Ni nos damos cuenta. La segunda, a los veinte, todavía nos enteramos menos. La tercera, a los treinta. Seguimos pensando que somos los amos del universo. Tal vez, la cuarta, a los cuarenta, nos despierte algo. La quinta, la de los cincuenta, ya pone las pilas en el valor del tiempo. Ya queda menos por delante que por atrás. El tiempo: lo más valioso que tenemos y a lo que menos le prestamos atención. Nos empeñamos en vivir la vida de los demás, mientras nos despeñamos en la nuestra. Como dicen Les Luthiers, ¡suéltame, pasado! Y vivamos el regalo que es el presente, de ahí su nombre. Y no está mal algo de egoísmo. Menos pesado pasado y más vida. Lo dijo con una frase dura pero cierta Steve Jobs, que se fue antes de tiempo: «Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de alguien más».