Con amabilidad me conformo

OPINIÓN

12 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta qué punto estará llegando el deterioro de nuestra sociedad para que una pediatra diga en un foro público: «Ya no reivindico ni empatía ni compasión, con amabilidad me conformo. Cambiarían las instituciones y cambiaría la sociedad». Quien lo dijo es una excelente profesional, con una altísima formación en bioética.

No es la única que lo dice. Autores de la talla de Victoria Camps, José Antonio Marina, Adela Cortina y Diego Gracia vienen insistiendo —de una u otra manera— en lo apremiante que es recuperar tanto el sentido comunitario de la vida humana como una serie de virtudes cívicas que son básicas para que la sociedad pueda funcionar bien. Cosas tan elementales como pedir las cosas por favor, dar las gracias, dejar salir antes de entrar, no hablar por el móvil en voz alta cuando vamos en el tren, etcétera.

Los seres humanos nacemos y vivimos en grupo. Todos necesitamos no solo contacto y reciprocidad, sino también cuidado y amor. Esto es a lo que me refiero cuando escribo «sentido comunitario» y «virtudes cívicas».

Es una locura que la sociedad fomente lo contrario, que se construya en torno a la mentira del individualismo y el narcisismo, que no hacen más que tensionar y causar sufrimiento. Lo estamos viendo: aumentan la ansiedad, la depresión y los suicidios.

La educación es hoy una auténtica tragedia porque, entretenida en pantallas y burocracias diversas, descuida esos aspectos básicos de una personalidad madura.