La estrella más lejana

Manuel-Luis Casalderrey QUÍMICO. PREMIO DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA DE LA REAL ACADEMIA DE CIENCIAS DE GALICIA

OPINIÓN

NASA | REUTERS

24 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Newton explica la atracción gravitatoria de la Tierra (o de cualquier otro cuerpo) por la acción de un campo gravitatorio, una zona del espacio en la cual se ejercen fuerzas sobre otros cuerpos que también tienen masa. En la Teoría General de la Relatividad, Einstein dice que cualquier cuerpo masivo origina una deformación del espacio-tiempo, equivalente, en cierto modo, al campo de Newton. La teoría de Einstein se pudo comprobar en 1919, en un eclipse solar, durante el cual el astrónomo A. Eddington observó cómo, al pasar cerca del Sol, se curvaba la trayectoria de la luz procedente de estrellas lejanas.

Los cúmulos de galaxias son unos lugares del universo en donde se producen las mayores concentraciones de materia. En esas regiones hay tanta masa que el espacio-tiempo se curva de tal modo que provoca una especie de efecto lupa, llamado lente gravitacional, que actúa concentrando y amplificando la luz de un objeto, tan alejado de la Tierra que, seguramente, no podríamos verlo de otro modo.

Así ha ocurrido con Earendel, la luz de la mañana en inglés antiguo, la estrella más lejana de todas las que se conocen y situada a 12.900 millones de años luz de la Tierra. Ha sido detectada por el telescopio espacial Hubble, en complicidad con un alineamiento de astros y la ayuda de las lentes gravitacionales de la zona que han amplificado la luz miles de veces, y así se ha podido captar Earendel, la estrella más lejana.