Europa en el mar de Galicia

Uxio Labarta
Uxio Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

EUROPA PRESS | EUROPAPRESS

13 oct 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

Hubo en el mar gallego estrategias y apuestas de inteligente y elevado riesgo —Valentín y Alfonso Paz-Andrade— que entre los empresarios y las administraciones consiguieron a lo largo de los años llevar a buen puerto. Como demuestran las descargas de las flotas de capital gallego, o pabellón casero, que nos sitúan como uno de los principales hubs del mar europeos. 

Se mantiene sin embargo en todo ello una flor de euroescepticismo cultivada desde los tiempos de la adhesión europea o incluso antes, con aquellas tempestades de «la flota de los trescientos» del Grand Sole. Desconfianza de Europa que revive una y otra vez, sin que se atienda a la realidad alcanzada en el mar de Galicia por recibir ingentes fondos europeos o tener libre acceso a los mercados de Europa, a lo que se añade la capacidad negociadora como país de la Unión Europea en pesquerías sometidas a gestión internacional. Añádase a ello el desarrollo de nuestra acuicultura, más los fondos sociales de la pesca y tendríamos un marco de la integración europea que cuestiona esa flor narcisista del euroescepticismo. Algo que adecuadamente sintetizó, junto con las estrategias a desarrollar en la reciente «crisis de las 87 vedas», el ministro Planas. Análisis y estrategias en los que han coincidido algunos dirigentes empresariales pesqueros, ante la inconsistente y lesiva norma de la Comisión sobre la pesca de fondo.

Uno sabe que el tremendismo es fruto fácil en política. Al cabo un apartado del discurso populista. Pero en el mundo de la pesca y sus conflictos las consideraciones patrióticas, como las esgrimidas por los británicos ante el brexit, o antes en sus guerras del bacalao con Islandia, no han dado buenos resultados. Repásese también la guerra del fletán y su solución negociada, o el conflicto con Marruecos y la industria conservera con la pesca.

El futuro de la pesca y de los mares de Galicia, el mar propio y el mar de fuera, se encuentra en la negociación soportada con realidades y datos rigurosos. Estudios y análisis que atiendan también a las estrategias del mercado, los aranceles y las importaciones, tan mediatizadas por el interés de los lobis.

Por ello uno no acredita en los debates con argumentos sin sustancia, sean denuncias por prevaricación o un pronóstico ladino de hipotéticos conflictos por una zona en competencia, ni tampoco en un Gobierno gallego que pretenda situarse como gabinete jurídico en el conflicto. Me inclino más por organizaciones empresariales con estrategias asentadas en sus realidades y en sus intereses para lograr un mar sostenible y próspero, donde aquello que la ciencia acredita y establece pueda ser realidad. Para no incurrir en la «sobra de pesca» en la que fue a parar fray Martin Sarmiento como causa de la escasez de atunes o tranchos, allá por el 1757. Unos 140 años antes de que el biólogo inglés H.T. Huxley, declarara como inagotables las grandes pesquerías marinas, inicio de un debate.