Custodia compartida

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

Pilar Canicoba

04 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Intentaré contarles el largo peregrinar de un matrimonio que decide divorciarse y el padre opta por pedir una custodia compartida, a la que la madre se niega. Todo empieza con una demanda de divorcio contencioso con medidas provisionales. Estas medidas tardarán unos meses en ser señaladas (normalmente el padre ya se encuentra viviendo fuera de casa, pues la convivencia resultaba imposible), y en el auto que se dicte no se recogerá la custodia compartida, pues ningún juez la otorga sin encargar una psicosocial, que puede tardar más o menos año y medio en realizarse y después pasa a la saturada agenda del juzgado para señalarse vista. Pueden ir ya dos años y medio, en los cuales el padre ve a sus hijos un fin de semana cada 15 días y un par de horas uno o dos días entre semana. Después está que el equipo psicosocial la recomiende, que el fiscal le dé su visto bueno y que el juez decida otorgarla. Aunque la jurisprudencia del Tribunal Supremo es proclive a la misma, en más ocasiones de las deseables no es concedida, con lo cual el padre se pierde los años más importantes de la crianza de sus retoños. Pongámonos en el mejor de los casos. Tras dos años y medio se concede la compartida. Que el padre no tenga la mala suerte, afortunadamente son casos excepcionales, de que la madre se niegue a cumplirla. Ejecuciones de sentencias y amenazas de multas coercitivas para parar un tren. Pero, mientras, el padre sin ver a sus pequeños.