La AP-9 y el cuento de la buena pipa

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Óscar Vázquez

26 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Recuerdo mi infancia, que no estaba en un huerto con limonero, como la de Machado. La abuela, cuando quería bromear conmigo, siempre me contaba el cuento de la buena pipa. Ella preguntaba si yo quería que me contase el cuento de la buena pipa. Si decía que sí, ella insistía: «Yo no he dicho sí, yo digo si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa». Cuando mi enfado era sobresaliente cambiaba la respuesta y contestaba que no, que no quería que me contase el dichoso cuento, que me dejasen tranquilo. Y vuelta a empezar: «Yo no he dicho que te dejasen tranquilo, digo si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa». Era la historia interminable antes de que Michael Ende escribiese la novela con el mismo título. He pensado estos días en mi infancia sin limonero. Pensaba cuando el Congreso, la pasada semana, clausuró el traspaso de la titularidad de la AP-9 a Galicia. Era la cuarta vez. En una publicación especial de 1.610 páginas se recoge, literalmente, una «relación de iniciativas pendientes de calificación caducadas como consecuencia de la disolución» de las cámaras. La culpa es, pues, de la disolución. Lo dicen sin rubor. Sin reconocer, ni siquiera, que desde el año 2018 gobierna Sánchez y que desde ese mismo año se comprometió a traspasarnos la gestión de la AP-9. Era una petición unánime del parlamento gallego. Incluso esa petición fue defendida en el Congreso por diputados del Hórreo. Todo infructuoso. Tanto tiempo para nada. Galicia no es santo de devoción de Pedro Sánchez. Pero no fue el único culpable. Porque desde el 2015 está el asunto del traspaso encima de la mesa del Gobierno de Madrid.

Sin embargo, todo parecía «desbloqueado» cuando arribó a Moncloa su actual inquilino. Los socialistas de aquí se deshacían en elogios y aseguraban que por fin la AP-9 iba a ser gallega a todos los efectos. Errónea apreciación. La autopista no se traspasó, en realidad, porque Sánchez no quiso que se traspasase. Ahora se redactará una quinta petición, pero no será hasta la próxima legislatura autonómica. El cuento de la buena pipa. Y en todo este lío, emergen dos voces críticas y una aquiescente. La segunda, del PSdeG, por supuesto. Las otras dos pertenecen a la Xunta de Galicia y al BNG. Llama la atención los términos con los que Ana Pontón se ha referido al asunto. Habló de «inutilidad política de las fuerzas estatales», nada más y nada menos. Ha sido contundente la veterana diputada nacionalista. Digo veterana porque es una de las que más tiempo lleva habitando el Hórreo, concretamente desde el 7 de febrero del 2004, y por lo tanto una de las que mejor conoce el parlamento gallego. Del parlamento de Madrid, quizá conozca menos. Porque resulta que su partido ha votado, durante cuatro años y salvo raras excepciones, a favor del Gobierno de Sánchez. Ignoro cómo no percibió antes la «inutilidad política» de las fuerzas estatales. Ese cuento, como el de mi infancia, también es el de la buena pipa.