Níger: el país más pobre del mundo amenaza a Occidente

Jorge Quindimil PROFESOR TITULAR DE DERECHO INTERNACIONAL Y RELACIONES INTERNACIONALES DE LA UDC

OPINIÓN

STRINGER | REUTERS

10 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El centro de atención mundial ya no está en Ucrania, sino en el país más pobre del mundo, Níger. Desde el pasado 26 de julio, un nuevo golpe de Estado y el fantasma de la guerra azotan a este país del Sahel, la región más pobre, violenta e inestable del planeta. Dos semanas antes, la Universidad de Oxford publicaba su Índice de Pobreza Multidimensional, que sitúa a Níger como el país más pobre: de sus 27 millones de habitantes, más de 24 millones sufren pobreza (91 %). El polígamo Níger también tiene la mayor tasa mundial de fertilidad, con una media de casi ¡siete hijos por mujer! El presidente derrocado, Mohamed Bazoum, estaba decidido a mejorar la grave situación del país, situándolo como el tercero con el mayor avance democrático del mundo, según el Democracy Index 2022 de The Economist.

El país más pobre es muy rico: oro, petróleo, carbón, fosfatos y, sobre todo, uranio. La riqueza, la corrupción y las desérticas fronteras de Níger y del Sahel les han convertido en guarida de criminales de toda ralea, desde Daesh o Al Qaida hasta Boko Haram y los mercenarios de Wagner, infectando la zona con tráfico ilícito de armas, drogas, migrantes y terrorismo. Según el Global Terrorism Index 2023, los países con el mayor incremento de actividad terrorista a nivel mundial están en el Sahel, especialmente Burkina Faso, Malí y Níger, con el 70 % de los ataques terroristas en el planeta en el 2022.

Estos tres países han sufrido golpes de Estado en los últimos años y, con un discurso antiimperialista y panafricanista, cortaron lazos con Occidente y expulsaron tropas para abrazar las posiciones del Kremlin. Los tres acaban de unirse para defender el golpe de Estado en Níger frente a la Cedeao —que amenaza con sanciones y con la guerra— y frente a Occidente, con Francia a la cabeza. Como antigua potencia colonial, tiene los mayores intereses en el país, especialmente energéticos. En la última década, el 20 % del uranio que abasteció los 56 reactores nucleares que generan el 70 % de la energía en Francia provino de Níger.

Los golpistas han rechazado cualquier intento de diálogo, quemando banderas occidentales y ondeando banderas de Rusia, que les ha prometido apoyo político, militar y agrícola, con propaganda para alimentar en la región el odio a Occidente. Putin no regala nada: exige apoyo político y recursos naturales para su propio imperialismo mercenario.

El mundo es menos democrático y más violento. Según la Universidad de Upsala, el número de conflictos en el planeta se ha multiplicado desde la Guerra Fría —pasando de 84 a 186— y el año 2022 registró el mayor número de víctimas de todo el siglo XXI, junto con récord histórico de gasto militar.

Quizá ha llegado el momento de exigir a nuestros gobiernos occidentales una relación más equitativa con el sur global en pro de un mundo más pacífico y democrático. Lo razonable es utópico en el mundo de la sinrazón.