El apocalipsis de la Navidad

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

07 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un par de éxitos encadenados en el tiempo pueden bastar para que un acontecimiento aleatorio llegue a convertirse en costumbre. En su búsqueda de la tecla mágica con la que atrapar al público, a Netflix le ha salido redonda durante dos años consecutivos la jugada de hacer coincidir este reinicio anímico que encaja en la Navidad y el Año Nuevo con las historias apocalípticas que alientan los temores más atávicos hacia lo que traerá el futuro.

Hace doce meses, la plataforma hizo pleno al quince con su película No mires arriba, una propuesta de catástrofes, que, aprovechando la huella de fragilidad que dejó tras de sí la pandemia del covid, mostraba, en tono de parodia, la indefensión de la humanidad frente a una amenaza incontenible. Todo ello contado a través de actores impecables que se convirtieron en el gancho perfecto para convertir un pasatiempo en uno de los éxitos del año y candidato a los Óscar.

Esta vez ha cogido el molde y lo ha mejorado con Dejar el mundo atrás, que explota el tándem de Julia Roberts y el creador Sam Esmail que despuntó en Homecoming e hizo de la actriz una estrella de la televisión. Es otra apuesta aterradora que replica, como un episodio extendido de Black Mirror, el miedo a un desarrollo tecnológico que no tiene vuelta atrás y del que dependemos cada día más.