02 feb 2024 . Actualizado a las 19:28 h.
Recién ganadas, en 1981, las elecciones presidenciales, a François Mitterrand se le planteó un gran dilema existencial: el de si, estando sentado en su despacho del Palais de l’Élysée, debía o no cruzar las piernas. Duda
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