El año de Rueda

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Marcos Miguez

19 feb 2024 . Actualizado a las 08:59 h.

El día 2 de enero publiqué un artículo titulado El año de Alfonso Rueda. Hoy firmo una columna de título análogo. Análogo, pero no idéntico. Elimino el antropónimo y dejo el apellido. No es baladí la mudanza. El apellido del que renovará su cargo como presidente de la Xunta resulta ambiguo e, incluso, anfibológico. Esta anfibología la utilizó Pedro Sánchez. Dijo: «Con un socialista en la Moncloa y otro en la Xunta, Galicia no rueda, vuela». No le falta el sentido del humor a Sánchez. Siempre tan ingenioso. Él vislumbraba lo que nadie intuía: Besteiro al frente de la Xunta. El guantazo político que se ha llevado el socialismo en las elecciones gallegas ha sido monumental. De esos que no se olvidan. Su candidato, que fue uno de los siete negociadores de la investidura de Sánchez, ni siquiera abandonó su escaño en el Congreso. En ningún momento levantó la mínima expectativa o ilusión. Para la ilusión los socialistas tenían a su cohorte de medios afines. En primer lugar montaron la «operación pélets». Sus correligionarios llegaron a escribir que las bolas de plástico eran muy tóxicas y que la «catástrofe» era similar al del Prestige. Se hablaba de la «gran tragedia» de los pélets y el asunto se quedó en nada, obviamente. Y como las encuestas no daban, se inclinaron por otra opción. Retorcieron al máximo unas declaraciones de Feijoo y comenzaron con sus cañonazos mediáticos. Tampoco resultó. Quizá porque los gallegos ya no creen nada de lo que rodea al partido de Sánchez.

Por contra, con una imagen inmaculada, Ana Pontón ocultó su programa independentista e hizo ver que el voto al BNG sería el voto útil de la izquierda. Lo consiguió. Y por ello hay que felicitarla, aunque finalmente se quede cuatro años más en el Parlamento, sumando veinticuatro en esa casa , algo insólito en el Hórreo. Volverá, imagino, diciendo eso del «cambio histórico, primeira muller presidenta, a Galiza do progreso...» etcétera, etcétera. El éxito de todos los fracasos. El suyo, a pesar del alza de votos, ha sido tan monumental como el de su socio PSOE. Y no ha dimitido. Ni tampoco dimitirá.

Tampoco lo hará el único ganador de las elecciones. Su mayoría absoluta lo refuerza como líder y refuerza al PP nacional. Ha sido un triunfo incontestable. Es el año de Rueda. Del país que rueda. De un hombre sencillo y laborioso y de su partido, más unido que nunca. La Galicia con «sentidiño» perdura.