Eficiencia defensiva

Manuel Blanco Desar
Manuel Blanco Desar EUROPA NOSTRA

OPINIÓN

HANNIBAL HANSCHKE | EFE

24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña ha comenzado. Desde Bruselas plantean derramar millones de litros de agua mineral en el mar. Eso es más o menos lo que algunos quieren hacer al duplicar el gasto en defensa de todos los inanes e impotentes estados europeos, al socaire de la amenaza putiniana. Los norteamericanos jefes de márketing armamentístico de Lockheed Martin, RTX Corporation o Northrop Grumman, entre otros, no lo harían mejor. Atrapados entre Putin y Trump, los chicos de la OTAN y la UE andan como pollo sin cabeza pidiendo armas a lo loco para ser usadas por sus ejércitos de opereta. No malgasten nuestros escasos recursos, que hay otras prioridades sociales. Gastar más sin hacerlo mejor resulta estéril. Lo que necesitamos es una armada y un ejército genuinamente europeos, en vez de la suma de ineficiencias que ahora tenemos.

De joven, cuando pasaba por la bruselense Rue de la Régence, siempre me preguntaba quién sesteaba en aquella sede mortecina de la Unión Europea Occidental, organización tan inútil como otras que hemos alumbrado. La verdad es dura pero hay que reconocerla. Vivimos protegidos por los Estados Unidos y cuando ellos quieran quedaremos al pairo. De modo que si hay que gastar en defensa, hagámoslo con rigor y contribuyendo a reindustrializarnos, a cofinanciar verdaderos programas de investigación con aplicaciones tanto militares como civiles.

Sin un ejército europeo jugaremos a las diplomacias, y nunca podremos ser decisivos a la hora de condicionar el fin de barbaridades como las que vimos contra las mujeres en Afganistán o contra la población palestina, por no hablar de escenarios tan verosímiles como la implosión de Egipto o el colapso de todo el Norte de África. Los europeos estamos pagando con infantilismo los sanguinolentos pecados de nuestros abuelos.

Por separado no tenemos fuelle, solo enredamos. Vamos camino de ser la sombra de lo que fuimos, como la Royal Navy, que pasó de gobernar los mares a errar en el lanzamiento de misiles nucleares adquiridos hace décadas a la norteamericana Lockheed, o a poseer solo dos portaviones de risa, uno de los cuales se estropeó al poco de entrar en servicio, dejando en tierra los costosos F-35 adquiridos a… Lockheed.

Nos estamos quedando sin ingenieros navales de primer nivel mundial. Eso parece no preocupar. De las armadas maltesa, chipriota, eslovena, croata… ya no hablemos. Además de ridículo es patético. Vivimos del pasado, sin porvenir. ¿Saben qué es hoy la antigua sede de la ufana Unión Europea Occidental? Pues el Centro Cultural Surcoreano. Toda una síntesis de la decadencia europea.