El auge de las empresas multienergéticas en una década de disrupción

Diego Guardamino DIRECTOR GENERAL DE GRUPO HAFESA

OPINIÓN

German Reyes | EFE

12 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En un escenario energético complejo en el que confluyen muchas tendencias, las compañías del sector han ido transformando sus estrategias para abarcar productos y servicios basados en diferentes fuentes de energía. Desde el papel de operadores centrados en un segmento de negocio principal, están abordando su entrada en nuevos mercados energéticos para transformarse en compañías multienergéticas. El nuevo concepto es multienergía.

El calentamiento global, la sostenibilidad del planeta, la transición energética, la disminución del peso de los combustibles fósiles, la importancia de las fuentes renovables bajas en emisiones, la eficiencia energética y la voluntad decidida de los organismos internacionales y las administraciones por mantener un planeta verde fuerzan la diversificación de las compañías y su paso a un modelo multienergético. Las empresas del sector, por tanto, tratan de hacer compatibles sus estrategias de negocio con los objetivos de la transición energética, a la vez que dan el paso para convertirse en proveedores de productos y servicios multienergía con foco en el cliente y en sus necesidades en este ámbito.

La evolución del mix energético es evidente y da pistas sobre la necesidad de un cambio de rumbo en la estrategia de los operadores. En España, según datos de Red Eléctrica Española, las tendencias durante la última década de ese mix muestran un creciente aumento del peso de las energías renovables (63 % en el 2023). Asimismo, destaca el impulso en los últimos cinco años de la potencia instalada tanto en energía eólica como en solar fotovoltaica.

A nivel global, la Agencia Internacional de la Energía aporta datos sobre la importancia del crecimiento de las energías limpias para limitar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si no llega a ser por las renovables, en un 2023 caracterizado por la escasa aportación de la energía hidroeléctrica debido a las sequías, las emisiones del sector habrían sido tres veces superiores.

Desde la óptica de la transición energética, los operadores se ven forzados a invertir en la complementariedad y en la sustitución de los activos energéticos convencionales, lo que implica, según la consultora EY, un camino que no será lineal ni único.No va a haber una única transición energética, sino múltiples. De hecho, la velocidad y la naturaleza de la transición variarán entre países, mercados y sectores. Ello generará un escenario de extraordinaria volatilidad para las empresas y una década de disrupción en la que se transformará de forma profunda el sistema energético. Implicará riesgos y desafíos, a la vez que abrirá oportunidades para aquellas compañías que tomen decisiones inteligentes y sean ágiles en su adaptación estratégica.

Con el objetivo de conseguir la sostenibilidad y luchar contra el cambio climático, en esa década de disrupción los operadores del sector de la energía tienen que continuar trabajando para conseguir que la economía y la sociedad sigan funcionando y suministrar a los diferentes perfiles de clientes la energía que necesitan. Y ese suministro debe de ser asequible, seguro y competitivo en precios, con independencia de las fuentes en las que se base, que cada vez serán más renovables. Todo ello requiere superar una serie de desafíos.

El primer elemento a considerar es la tecnología. Inteligencia artificial (IA), machine learning, Internet de las Cosas, cloud computing y otras tecnologías digitales van a ayudar a las empresas multienergéticas a desarrollar su labor y a contribuir al proceso de transición energética.

Gracias a estas tecnologías se multiplican las posibles aplicaciones, como digitalización de activos físicos, realización de gemelos digitales de plantas, redes o instalaciones, simulación del balance entre costes y emisiones de CO2 en los procesos y operaciones y optimización de recursos, con claro impacto en la descarbonización del sector de la energía. Muchas aplicaciones útiles también se pueden encontrar en la logística del sector, desde la optimización de cargas y rutas hasta el control de productos en las plantas de almacenamiento.

Mención especial requiere la novedosa IA generativa. Muchas empresas energéticas disponen de redes, instalaciones y activos con un elevado volumen de datos históricos almacenados sobre indicadores, averías, actuaciones de mantenimiento, operaciones rutinarias, exploraciones en yacimientos, etcétera. El aprovechamiento de todos estos datos con la tecnología generativa incrementará las capacidades de las empresas multienergéticas para mejorar la efectividad de su mantenimiento predictivo, operaciones y sistemas de seguridad. En el caso de las compañías centradas en la parte de upstream de la cadena de valor, esta modalidad de IA tiene el potencial de requerir menos datos geológicos para conseguir resultados de mayor calidad en las exploraciones.

En cuanto al segundo elemento, el talento, la transición energética en marcha fuerza la necesidad de profesionales por parte de las compañías para cubrir funciones que hasta ahora no eran requeridas. Experiencia y habilidades en fuentes de energía renovables, analíticas de datos, herramientas tecnológicas inteligentes, nuevos modelos de negocio... son ahora vitales para las empresas que caminan hacia operaciones multienergéticas.

En este escenario disruptivo de transición energética, las compañías del sector van a ir diversificando sus actividades para ocupar más eslabones de la cadena de valor. Empresas de petróleo y gas que abordan negocios más verdes, operadores de hidrocarburos que se suman al mercado de la electricidad o refinerías que se convierten en hubs multienergéticos son ejemplos de esa diversificación. Para hacerlo, necesitan la ayuda de nuevos modelos de negocio, de tecnología, de la aportación del talento adecuado y de ecosistemas de socios que les faciliten una mayor integración en la cadena. Las empresas multienergéticas son ya una realidad y van a estar cada vez más presentes en un sector en plena transformación.