Katy Perry no estuvo allí

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

Katy Perry, en una imagen de archivo
Katy Perry, en una imagen de archivo Mario Anzuoni | REUTERS

08 may 2024 . Actualizado a las 09:32 h.

No hace falta la inteligencia artificial para demostrar todo lo que la imaginación puede llegar a alcanzar con solo un hilo y una aguja. Cada año, el mundo de la moda extiende su creatividad pletórica en las escaleras del Metropolitan de Nueva York, en una gala que traslada a Manhattan el espíritu del carnaval más estrambótico pasado por el filtro glamuroso de las páginas del Vogue. Pero el vestido más comentado de la fiesta que Anna Wintour auspició este lunes fue precisamente el único que no estuvo allí. Ni allí ni en ningún lugar donde habitan las cosas tangibles.

De firmar hace unas semanas un manifiesto contra el uso «irresponsable y depredador» de la inteligencia artificial en la música, Katy Perry pasó a convertirse en la última presa de la tecnología deepfake, que la situó en la alfombra verde con un par de diseños exuberantes que no desmerecían en nada a los de los grandes modistos. El único problema fue que la cantante de Roar nunca estuvo allí. Mientras decenas de estrellas pasaban su gran noche en el museo, ella estaba en un estudio, trabajando. Pero las imágenes eran tan veraces que su propia madre lo creyó. «No sabía que habías ido a la Met, qué vestido tan precioso», le escribió, sin intuir el truco detrás de su expresión plastificada y sus dedos infrahumanos. Una imagen ya ha dejado de cotizar más que mil palabras.