«Tengo muy claro que una fábrica no debe parar nunca»

Pepe Seoane OURENSE

OURENSE

Entrevista | César Alberte El responsable de la puesta en marcha de la próxima gran fábrica del Parque Tecnolóxico apuesta por mantener la actividad las veinticuatro horas todos los días del año

30 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?lega como director de fábrica después de una larga experiencia en el sector de la automoción en los grupos PSA y Renault, aparte de director de Faurecia Automotive España. Ourensano de Arnoia, en sus manos está la puesta en marcha de unas instalaciones punteras para ser referencia mundial. -Entra en un sector y en una empresa que, según lo que se ha ido conociendo, surge con vocación de liderazgo en su campo... -Ahora mismo, sólo en India y Alemania se desarrollan proyectos como el nuestro. T.Solar es un reto y una propuesta muy ambiciosa. -Viene de la automoción. ¿Son homologables los sistemas de producción? -En parte. Los fundamentos son los mismos. Si algo tengo claro es que una industria, una fábrica, no debe parar nunca. Hay que aprovechar al 100% todos los minutos de apertura. Nuestra idea es trabajar las 24 horas del día durante los 365 días del año. La mejor música en una fábrica la da su actividad. El silencio es frustrante. -¿Quiere ir a toda máquina desde el principio? -No. Lo haremos de forma gradual. Con cinco turnos será posible. Ser competitivos en el mercado mundial exige aumentar productividad y ser flexibles. Habrá que trabajar cuando sea necesario y parar cuando lo haga el cliente. -¿Dónde está la competencia? ¿En China? -Alemania y España son las cabezas tractoras del sector. China, evidentemente, está ahí, es un competidor global, hay que tenerle respeto, pero no miedo. De todos modos, si no somos inteligentes, nos pasarán por encima. Es como en el automóvil, lo que ha pasado con los países del este. -Su experiencia en el ámbito de la automoción será aprovechable, ¿no? -El hecho de que la mano de obra sea inferior, hasta cinco veces, no quiere decir que el coste sobre el producto vaya a ser cinco veces inferior. Si somos capaces de hacer más en menos, con calidad contrastada y superior a la que se ofrecen esos otros países, los batiremos. De todos modos, hay que tener en cuenta el efecto llamada y sus consecuencias: si el grande se va, el proveedor se ve arrastrado. -¿Cree que el futuro de la fábrica de Ourense está condicionado a una previsible relajación de la estricta normativa actual para instalar paneles? -Es cierto que hay ciertos impedimentos y que la normativa es muy estricta, pero con ella contamos. Nos basta como está. Para que la actividad funcione, es suficiente. -¿Ve factible que, como hace poco se proponía en una mesa redonda sobre el futuro del campo, cada agricultor pueda tener sus propios paneles? -Teóricamente es posible, pero, aparte de la cuestión estética, está la relación entre costes y rentabilidad. Los paneles son caros. Todo tiene su escala. Hay zonas de montaña y planicie, sin árboles, que a priori son las ideales, sin necesidad de excavaciones, desmontes ni complejas intervenciones. -Aunque la acción comercial no sea responsabilidad suya, ¿dónde van a vender su producción? -En principio, parece lógico pensar en España y Europa. La empresa, de todos modos, nace con dos objetivos. El primero es la producción de paneles fotovoltaicos en capa fina de silicio, pero también la promoción e instalaciones de esos mismos paneles. -T.Solar se convertirá en bandera del parque Tecnolóxico de Galicia. -Está claro que Ourense se va a conocer cada vez más como un lugar a tener en cuenta para la instalación de tecnologías avanzadas. Creemos que puede animar la creación de nuevos centros de investigación.