Los escolares del centro educativo presentaron sus proyectos de investigación
01 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Expociencia cumplió 16 años. Los alumnos del colegio Guillelme Brown no abandonan sus ganas de aprender y de demostrar que a cualquier edad se puede actuar contra los factores que influyen en el medio ambiente para hacer un mundo mejor. Ayer volvieron a dejar claro que la creatividad es la mejor arma que tienen. Lo hicieron desde los alumnos más pequeños del centro, de tres años de edad, hasta los que ya cursan 4º de la ESO. Se trata de que los niños sean capaces de explicar lo que aprenden y lo que saben hacer. No solo de mostrar un experimento sino de presentar un proyecto de investigación sobre temas que estudian en las aulas y que les obligan a buscar información, experimentar, comprobar y, una de las partes más importantes, saber explicar qué han sido capaces de conseguir. «Es increíble ver cómo se transforman. Y como son capaces de perder el miedo que tienen a veces en el aula y defender sus proyectos», explicaba ayer la profesora Ana Otero que además es coordinadora en el centro del programa Voz Natura. La contaminación centró buena parte de los trabajos que versaron, entre otros temas, sobre la repercusión del Prestige, el ruido o las ondas electromagnéticas. Incluso se presentaron trabajos que mostraron la manera de obtener ladrillos resistentes con el uso de cáscaras de huevo y arcilla; o la forma de reducir la fuerza del agua en una pendiente con sacos de malla reciclada con fibras de hojas. La lección correspondió a los alumnos del Guillelme Brown que dejaron asombrados a sus propios maestros. Una experiencia que sigue sorprendiendo con los años.