Y usted, ¿qué piensa hacer a partir de ahora?

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

14 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque no nos cansemos de criticarlos, está claro que los políticos no son más que un reflejo de la sociedad, es decir, de nosotros mismos. Y si los ourensanos nos desvelamos ahora, en un elevado porcentaje según la encuesta de Sondaxe para La Voz, indecisos y abstencionistas, ¿de qué otra manera podrían ser los que nos representan? Indeciso, por unos motivos u otros, se muestra a cada minuto el gobierno municipal: que si arreglo los contenedores, que si no los arreglo; que si inauguro Concejo, que si luego precinto las plazas de aparcamiento; que si abro el centro de salud de O Couto, que si no puedo abrirlo; que si espero a tener la RPT para hacer los presupuestos, que si no hace falta. La normalidad y la proximidad que tan bien le funcionaron a Jesús Vázquez -y que le siguen funcionando a tenor de la calificación de los ourensanos- no es suficiente para dirigir una ciudad y para sacarla de la paralización efectiva en la que está inmersa. Que a mí me encanta que las carrozas no se le rompan a los Reyes Magos y que cante Iván Ferreiro en la praza Maior pero, claro, hay otras cosas.

Y si el alcalde está indeciso, la oposición no le va a la zaga, aunque su comportamiento se asimile más al de otro tipo de votante, o de no votante: el que se abstiene. La oposición debería consistir en algo más que en oponerse, al menos en una ciudad en la que el gobierno en minoría no solo tiene con las manos atadas al alcalde sino también a las más de cien mil personas que a diario dependemos de su gestión. A Democracia Ourensana y a PSOE, a juzgar al menos por los datos del barómetro, no les está funcionando la postura que adoptan en los sillones del salón de plenos. Ni se ponen de acuerdo para dar una alternativa de gestión ni tampoco la facilitan.

Compuestos, y sin proyectos estratégicos, así estamos los ourensanos en el ecuador del mandato municipal. Pasaron las reuniones previas a la constitución de la corporación, pasaron los primeros cien días, pasó el primer año y aquí estamos. Es probable que hoy los líderes de los partidos repasen estas páginas para ver qué nota sacan, quiénes les votan más y quiénes menos, en qué barrio tendrán que poner más carteles en las próximas elecciones o si los mítines deberán darlos en asociaciones juveniles o de la tercera edad. Pero lo realmente interesante sería que, más allá de los datos, se preguntaran (y sobre todo se respondieran): ¿qué vamos a hacer a partir de ahora?