Más de 43.000 conductores tienen en Ourense más de 65 años

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Representan más de una quinta parte del censo total de titulares de carnés

29 may 2017 . Actualizado a las 21:11 h.

Más de la quinta parte del total de permisos de conducir emitidos por la Dirección General de Tráfico en Ourense corresponden a conductores mayores de 65 años. Los datos del envejecimiento poblacional de la provincia se ven también claramente en el censo de conductores. De un total de 190.289 titulares de permisos de conducir en la provincia ourensana, el 22,6 % corresponden a los pilotos séniores, un total de 43.065 en cifras absolutas. Aún más, de esta amplia franja de edad de más de 65 años, el grupo más numeroso corresponde a los conductores de 75 años o más, que llegan a los 16.296 en Ourense (8,5 % del total), según datos correspondientes a enero de este año.

En el tramo comprendido entre los 65 y los 69 años hay 15.031 titulares de permisos y entre los 70 y 74 años son 11.738 conductores con carné en Ourense, según datos de la DGT. Estos permisos de conducir son los que suelen tener una caducidad más corta, pues aunque no ha habido accidentes graves recientes con conductores mayores implicados, se intenta controlar con más frecuencia las posibles pérdidas de capacidades físicas que aumentan con la edad. A esta numerosa población conductora, la Dirección General de Tráfico dirige muchas de sus campañas específicas, en las que se les explica precisamente, explicó el director provincial David Llorente, los motivos de seguridad para estos plazos más cortos de renovación.

El 57 % de los permisos tiene algún código que indica restricciones u obligaciones

Más de la mitad de la población conductora -un 57 %- tiene algún tipo de limitación fijado en su permiso que aparece impreso abajo en la cara posterior del carné. Los más comunes son el 01 o el 02, que indican, respectivamente, que el conductor tiene que usar lentes o audífonos para poder conducir, pero no es una restricción de movimiento propiamente dicha, con usar esos elementos pueden conducir si el conductor tiene la agudeza visual o auditiva suficiente, explican desde la DGT.

Otra de las restricciones más habituales que se imponen a conductores con facultades mermadas pero suficientes para conducir es la de limitar el radio de acción, que permite al conductor moverse sin superar una determinada distancia, como por ejemplo veinte kilómetros, lo que le permite acudir al pueblo de mayor tamaño cercano a su residencia.

El no poder circular por autovías, el tener que hacerlo acompañado por otra persona con carné o el no poder llevar pasajeros, el no poder superar una velocidad máxima de setenta u ochenta kilómetros por hora o la exclusión total del consumo de alcohol son otras restricciones que aparecen en los carnés de conducir.

Además, existe una amplia relación de códigos para especificar mandos u otros elementos que mejoran la visión o accesibilidad, para aquellas personas con discapacidad o movilidad reducida, no solo de gente mayor. Espejos retrovisores internos panorámicos, telecomandos al volante o diferentes tipos de asiento son posibilidades para adaptar a las necesidades del conductor.

«De noche no es igual que antes, los reflejos ya no son los mismos»

Ser mayor o jubilado en la provincia de Ourense no implica para nada dejar el coche aparcado en el garaje y el carné olvidado en un cajón. El vehículo privado es necesario en un territorio como el ourensano todavía bastante ruralizado y con pocas conexiones de transporte público. Desde la DGT en Ourense se intenta compatibilizar la flexibilidad a la hora de seguir dando los permisos de conducir a los conductores de edades avanzadas -al ser consciente de que hay que facilitarles la movilidad dadas las características de nuestra provincia -con la exigencia de una exploración médica más profunda en los exámenes psicotécnicos.

Entre las personas mayores es bastante frecuente que se incluya el código 61, una restricción de conducción diurna, que limita, por ejemplo, el pilotaje a una hora después del amanecer hasta una hora antes del anochecer.

No tiene ningún tipo de restricción en su permiso Saturnino Iglesias Rodríguez, un ourensano de 76 años que lleva conduciendo «toda la vida». Fue camionero y hacía rutas internacionales. «Antes cuando mejor conducía era de noche. Venía desde Holanda o iba a Italia sin dormir, parando donde tenía que parar según lo estipulado. Ahora noto que de noche no es igual que antes. Los reflejos no son los mismos», precisa este veterano chófer. Cree que los mayores pueden tener el mismo peligro en la carretera que «cualquier otro conductor». «Casi son más peligrosos los de veinte que los viejos», incide. Saturnino Iglesias considera que la experiencia ayuda mucho a la hora de afrontar la conducción y en su caso, ya son muchos kilómetros acumulados.