31.000 ourensanos viven solos

La Voz O BARCO / LA VOZ

OURENSE

LOLITA VÁZQUEZ

Tras casi una década de caída en la provincia, la cifra ha vuelto a repuntar

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Parejas que se rompen, parejas que se unen, parejas que se quedan en uno solo cuando el otro se muere, traslados por trabajo, decisión de independizarse... Hay muchísimas razones por las que uno puede estar viviendo solo y hacerlo acompañado al día siguiente, o al revés; por lo que los datos oficiales hay que tomarlos con cierta cautela. Pero son los que hay para hacer una radiografía de la situación, y las últimas cifras del Instituto Galego de Estatística dicen que en la provincia de Ourense hay 31.198 hogares formados por una sola persona.

Las estadísticas oficiales señalan que en 2007 eran más. Hasta 36.658 ourensanos ocupaban una vivienda en solitario, una cifra que fue cayendo de manera paulatina hasta los 30.748 declarados en 2014, y que ha vuelto a crecer. Una parte importante de este tipo de hogares lo integran personas mayores. Mujer, de más de 82 años y que ha quedado viuda es el perfil medio del usuario del programa de teleasistencia de Cruz Roja, del que se benefician 963 personas en Ourense (datos del 2016). Además, 1.158 mayores reciben ayuda a domicilio por parte del colectivo social.

Con el servicio de teleasistencia, se instala en casa del usuario un dispositivo que también tiene un colgante para llevar encima, y que apretando un botón le pone en contacto con una centralita. Sirve para pedir ayuda en caso de que se produzca, por ejemplo, una mala caída en casa que no le permite moverse; pero sobre todo funciona como acompañamiento, para poder hablar con alguien, o también para pedir que con una llamada de teléfono le recuerden el cumpleaños de los hijos, o de los nietos. 

Muchos mayores piden a Cruz Roja una llamada diaria para tener alguien con quien hablar

El servicio de teleasistencia de Cruz Roja cuenta con una cartera de voluntarios que visitan a los usuarios en sus hogares. «Son fundamentales porque ayudan a que la gente se sienta acompañada; y además son importantísimos para nosotros, porque son nuestros ojos en los domicilios, porque nosotros no llegamos a todos y ellos sí», explica María José Míguez, responsable del programa. Dice que muchas veces la labor de los colaboradores pasa por acompañar al usuario a una consulta médica o a recibir un tratamiento, para poder explicarles las dudas después y también para amenizar las esperas.

Además, el servicio tiene también un servicio fundamental para muchos mayores: el de llamadas telefónicas. «Muchos piden que les llamemos una vez al día, para preguntarles cómo están y que ellos puedan contar un poco lo que han hecho», explica Míguez, que hace hincapié en que muchos mayores que viven solos apenas salen de casa, y esa llamada representa en numerosas ocasiones su único contacto con el mundo exterior. Es la sensación de saber que hay alguien que se preocupa a diario por ti, y que sabrá dar la voz de alarma si no hay respuesta. Se evitan así casos como los dos cadáveres momificados encontrados en las últimas semanas en A Coruña.