«No tiene sentido abrir más allá de las seis al no haber vida en la calle»

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

Los negocios esenciales que abren a última hora apenas tienen clientela

30 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las nuevas restricciones impuestas por la Xunta para frenar el avance del covid-19 suponen un antes y un después para las ciudades a partir de las seis de la tarde. Si el cierre de la hostelería que contemplaba el anterior escenario provocaba un descenso en la actividad en la calle, el nuevo no ha hecho más que acentuar la imagen con mucho menos ambiente en la mayoría de las calles entre las 18.00 y las 22.00 horas, cuando llega el definitivo toque de queda.

Eso sí, el DOG deja un pequeño margen para que los denominados negocios esenciales mantengan su puerta abierta para atender a clientes. En ese paquete se encuentran desde supermercados a farmacias, pasando por clínicas, ópticas, panaderías o gasolineras. Que puedan abrir no quiere decir que todos lo hagan. Por ejemplo, en el sector de la peluquería hay quien opta por mantener el horario habitual y quien prefiere apagar los secadores con el resto del comercio. «Mucha gente cierra a las seis, porque la verdad es que no tiene mucho sentido abrir más allá de esa hora al no haber vida en la calle», explica Beatriz Gómez, presidenta de la Federación de Comercio de Ourense y que regenta una peluquería en la capital.

Al margen del escaso volumen de clientes que tienen a partir de esa hora, en el sector hay un profundo malestar por cómo les están tratando las administraciones en esta crisis sanitaria. «Resulta que para cobrarnos el IVA al 21 % no somos esenciales, pero sí para abrir hasta última hora. Estamos muy decepcionadas con la confusión que se genera a nuestros clientes, porque ya nos pasó en el anterior estado de alarma que se modificó la norma sobre nuestro sector sobre la marcha. En mi caso, entiendo que al tener que atender con cita previa, es preferible ajustar la agenda dentro del horario del resto del comercio», concluye Beatriz Gómez.

En este sector, al igual que en el resto del comercio, el cierre perimetral y las restricciones cada vez más duras que se han ido imponiendo sobre la hostelería les ha dejado sin parte de su clientela habitual. José Antonio Suárez, de peluquería La Moderna, opta por abrir aunque tan solo hasta las siete o siete y media. «La calle está vacía y eso se nota en la clientela. Abriré en función de si tengo gente», explica.

Las panaderías, como tiendas de alimentación, también tienen luz verde para abrir pasado el horario de cierre de la actividad no esencial. «Ya habían bajado las ventas antes y ahora más», explica Carmen Cid, de La Boutique del Pan.

Concesionarios no cierran al mediodía para dar facilidades a los clientes

Entre los sectores comerciales que han tenido que modificar sus horarios se encuentran los concesionarios. Su actividad de venta de vehículos se encuentra entre las catalogadas como servicio no esencial y, por tanto, desde mediados de esta semana tienen que cerrar sus puertas a las seis de la tarde. Esto ha motivado que los concesionarios ourensanos variaran sus horarios para tratar de mantener una atención completa a sus clientes. El presidente de Acauto, Ramón Seijas, explica que los asociados se dividen entre los que optaron simplemente por adelantar la hora de apertura, que tradicionalmente estaba fijada para las 10.00 horas, y los que prefieren realizar una jornada continúa sin cerrar sus puertas al mediodía y así atender de manera continúa entre las 9.00 y las 18.00 horas. Es el caso, por ejemplo, de Apersa, concesionario Audi y Volkswagen. «Tenemos que adaptarnos a las necesidades laborales de los clientes y por eso, en muchos casos, se está optando por no cerrar al mediodía. Cada concesionario actúa en función de sus necesidades, pero siempre con un respeto escrupuloso con la normativa, que en esta situación entendemos que es lo más importante», señaló Ramón Seijas.

El arranque de año era un período marcado en rojo por los concesionarios ourensanos, que tienen todavía que sacar parte del stock que quedó pendiente del año anterior y el contexto actual no es el mejor. «Las limitaciones al consumo y a la movilidad están provocando un descenso en el tráfico de visitas a los expositores de nuestros concesionarios, pero entendemos que la prioridad es la salud», concluye.