Tráfico testa la seguridad del transporte escolar en la provincia

Fina Ulloa
fIna Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El servicio traslada a diario a más de 7.200 alumnos ourensanos a sus centros educativos

18 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante toda esta semana la seguridad del transporte escolar estará bajo una especial vigilancia en la provincia ourensana. El servicio mueve a diario a 7.248 estudiantes y un par de veces al año la Dirección General de Tráfico en Ourense pone en marcha una campaña especial con la que refuerzan los controles habituales que los agentes realizan durante todo el curso para detectar cualquier riesgo potencial para estos menores.

Además de las pruebas de alcohol y drogas a los conductores, se revisan tanto aspectos técnicos del vehículo como los burocráticos. En la primera categoría, la que preocupa especialmente a los agentes que participan en este tipo de vigilancia, están desde la existencia de extintores (y que estos cumplan con los requisitos para su óptima utilización), a la disponibilidad de un botiquín de primeros auxilios, pasando por las ventanas y su correspondiente certificación o la protección que debe llevar tanto los asientos del conductor como los de los pasajeros enfrentados a los huecos de las escaleras. También se comprueba que el piso no sea deslizante, que los escalones tengan colores que resalten o que las puertas puedan abrirse en caso de emergencia para facilitar evacuaciones, entre muchas otras cuestiones. Además se revisan los cinturones de seguridad. «Este ano en tódolos contratos deste transporte na provincia de Ourense as empresas puxeron que os autobuses tiñan cinturóns, e tamén o temos que controlar», explica el teniente de subsector de Tráfico de Ourense, Javier Barja.

Los miembros de la Guardia Civil de Tráfico contarán con el apoyo de agentes de las policías locales de Ourense, O Barco de Valdeorras, O Carballiño y Xinzo de Limia, para ayudar con los controles en sus respectivos cascos urbanos, según confirmó el subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González, que matizó que Galicia es la comunidad española con más rutas de transporte en todos los niveles educativos y recordó que la dispersión geográfica está detrás de esa realidad tanto gallega como ourensana. En la provincia funcionan este curso 495 rutas.

Aunque en el caso del territorio ourensano también pesa la baja natalidad que ha ido cerrando centros escolares, lo que hace necesario más líneas de transporte para acercarles a su centro de referencia. El colegio de Seixalbo, donde este lunes arrancó la campaña especial de control es un buen ejemplo. Su directora, María José Feijoo, recordaba que a su centro, que acoge a 230 alumnos, llegan nueve autocares para acercar no solo a niños de núcleos del concello de Ourense, sino también a los de municipios que no tienen centro propio, como el de Taboadela o el de San Cibrao. Este último representa el 70 % de los usuarios.

González Afonso aprovechó el inicio de la iniciativa para lanzar un mensaje de alerta «aos pais, aos propios condutores e aos monitores que van nos autobuses para que teñan o coidado suficiente de control no entorno deste transporte».

Y es que, aunque la tasa de accidentabilidad durante los traslados es mínima en la provincia, nunca está de más extremar las precauciones porque tal y como recordó el jefe de la Dirección General de Tráfico en Ourense, David Llorente, el 90 % de los accidentes relacionados con el transporte escolar ocurren al subir o bajar de los vehículos o en los momentos inmediatos. Son, generalmente atropellos causados por una distracción bien del propio menor, o del conductor o los acompañantes adultos del escolar. El último caso registrado en la provincia fue en el 2020, cuando un estudiante resultó herido leve en Pontedeva. Es el único incidente de este tipo en cinco años. El último fallecimiento por esta causa fue en el 2008, en Allariz.

La mayoría de las actas se levantan por falta de alguna documentación en el vehículo

La última campaña intensiva de vigilancia del transporte escolar en la provincia se realizó el pasado mes de diciembre y en ella se controlaron 46 autobuses y se formularon 14 denuncias. Sin embargo, la mayoría de esas actas con propuesta de sanción son puramente administrativas. Los motivos son diversos: desde la falta de algún cartel identificativo sobre las plazas del vehículo a no disponer de la autorización especial para realizar ese transporte o alguna irregularidad con el seguro de responsabilidad ilimitada que se les exige. Aunque en el caso de la documentación, según explican, se trata de despistes a la hora de incorporar los papeles actualizados a los vehículos. «Non é que non a teñan, se non que non a levan nese momento a bordo, e normalmente cando esas sancións se tramitan, nola envían», explica el teniente del subsector de Tráfico en Ourense, Javier Barja. «Os requisitos técnicos practicamente cúmprense todos, e por outra parte son verificados nas inspeccións, e non temos casos graves no relacionado coa seguridade dos autobuses, que sería o que máis nos preocupa. A maioría dos problemas que detectamos son de índole administrativo», apunta.

Javier Barja afirma que, teniendo en cuenta los resultados de esos controles «en xeral, o transporte escolar na provincia de Ourense é seguro, pero seguiremos cos controis para que siga sendo así». Y es que nunca se puede bajar la guardia, como demuestra el caso del conductor denunciado en noviembre del 2020 por dar positivo en cocaína durante uno de los controles rutinarios de los que se realizan durante todo el curso a lo largo y ancho de la provincia.