El calor endureció los noventa kilómetros cronometrados

OURENSE

El Rali de Ourense aumenta su leyenda.Tramo de Barbadás
Tramo de Barbadás Santi M. Amil

Los pilotos pidieron agua y aire fresco a la vez que los vehículos sufrieron la exigencia de una prueba disputada hasta el final

18 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Aún con cielos encapotados en distintos puntos del recorrido, la segunda etapa del Rali de Ourense estuvo condicionada por un intenso calor. El mismo líder de la carrera, Cohete Suárez, quien tomara el mando desde el inicio, convirtió en ritual su forma de batir puertas (abriendo y cerrando) como si de un abanico gigante se tratara, para aliviar un poco la temperatura dentro de su Skoda Fabia antes de tomar la salida en cada especial.

A lo largo de las dos pasadas por el triplete de cronometrados del menú sabatino, varios de los participantes pedían agua antes de realizar cualquier acción al detener sus motores y, en equipos más modestos, los recambios escasearon en la parte final del evento, puesto que algunos componentes sufrieron el desgaste propio de una prueba como la clásica ourensana.

En particular la elección de los neumáticos jugó un papel preponderante en el rendimiento de los aspirantes a la victoria y a triunfos parciales, que fueron analizados a lo largo de una noche sabatina en la que se jugó bastante con las previsiones climatológicas del día siguiente.

Los que sí desafiaron al calor fueron los aficionados que acudieron en buen número a todos los tramos de la carrera, bien pertrechados para soportar cualquier inclemencia y haciéndose con las provisiones necesarias. La cercanía de Barbadás con la capital provincia hizo que un gran número de espectadores gozara de la carrera en sus distintas localizaciones. Toén también es otro referente de la carrera y el final de este año, con una zona de tierra debido a obras que se están realizando, le concedió una espectacularidad añadida que no pasó desapercibida para los buenos aficionados, que no dudaron en acercarse.

Y la distancia tampoco fue óbice para restar seguidores a las mejores curvas del trazado entre A Merca y Celanova, que además tuvo una repercusión notable en el desarrollo de la prueba, puesto que fue bastante exigente para los participantes, que encontraron más de una trampa en su asfalto. Una carrera, en suma, que volvió a cumplir las expectativas de los numerosos aficionados ourensanos y de los habituales visitantes.