Acusó a su hijo de maltratarla pero luego cambió de opinión y en el juicio en Ourense no quiso declarar

La Voz OURENSE / LA VOZ

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Imagen de archivo del exterior del edificio judicial de Ourense
Imagen de archivo del exterior del edificio judicial de Ourense M. FERNÁNDEZ

A la magistrada no le ha quedado otra opción de absolver al investigado, ante la ausencia de pruebas

06 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales del mes de junio del 2022 una mujer acudió al puesto de la Guardia Civil de Riós asegurando que su hijo la había agredido. La denunciante explicó que, durante una discusión en el domicilio que ambos compartían, su descendiente la había agarrado por el cuello y le había tapado la boca, mientras le propinaba puñetazos en la cabeza. Aseguró que la había intentado tirar por las escaleras del inmueble e incluso llegó a relatar que el agresor se llevó su teléfono móvil tras amenazarla con que iba a llamar a unos amigos suyos que «la iban a poner fina». Este incidente habría ocurrido, según ella, el 28 de junio, registrándose en la jornada posterior otro altercado del que también dejó constancia ante las autoridades.

Explicó que se encontró con el hijo por la calle y que este le enseñó el móvil, afirmando que no tenía intención de devolvérselo. A consecuencia de ello se habría registrado entre los dos un forcejeo durante el cual el chico empujó a su madre, que cayó al suelo de rodillas. Ese mismo día la víctima fue asistida en un centro médico. El parte de lesiones confirmó que presentaba arañazos en el cuello y un cuadro «ansioso-depresivo».

Con todo este material los agentes de la Benemérita hicieron un atestado que pronto llegó al juzgado de Verín. Al hijo de la denunciante se le atribuyó un delito de maltrato por el que la Fiscalía pedía una condena de doce meses de cárcel, además de medidas de alejamiento, si bien el caso ha quedado sin condena.

Y en ello ha tenido mucho que ver que la víctima cambiara de opinión. Acogiéndose a la dispensa que recoge la ley, no quiso ratificar en el juicio lo que había denunciado, por lo que dejó al caso huérfano de prueba. Tampoco el acusado quiso pronunciar una palabra ante la magistrada, que solo pudo escuchar a los agentes de la Guardia Civil que arrestaron al sospechoso. Ellos no presenciaron agresión alguna, dijeron, por lo que a la togada no le ha quedado otra que absolver.