Facu Ballardo, centrocampista del Ourense CF: «Pasarón era el escenario ideal para demostrar que podemos ascender»

Facundo Daniel Ballardo Bassano (Quilmes, 1995) es un centrocampista que ya se ganó un notable cartel en la Segunda B o la actual Segunda Federación. De hecho, un Ourense CF decidido a crecer en la nueva temporada se fijó en sus ascensos anteriores, con del Haro en el grupo de la Tercera riojana y con el Atlético Sanluqueño, hacia Primera Federación. Al argentino se le ve ilusionado con repetir aquella gesta del torneo marcado por la pandemia en el pasado 2021.

«Ojalá lo podamos conseguir el próximo domingo, en casa, delante de nuestra gente», lanzó nada más pensar en futuro y aún saboreando la gran imagen que dejó su equipo en Pontevedra. La solvente victoria de los azulones los deja en el umbral de un éxito que no se habían planteado en un principio: «Los objetivos fueron cambiando con el trabajo y fueron a más a lo largo de la temporada. Pasarón era el escenario ideal para demostrar que podemos ascender y si no te da, pues no te da. Le pusimos huevos, fuimos capaces de llevar a cabo el plan de partido y manejamos bien las emociones. Ahora dependemos de nosotros mismos».

Facu es uno de los vértices de un trivote que se ha asentado con el joven Fidalgo y con Jerin. Forman una terna que han destacado prácticamente todos sus rivales y también construyeron una sala de máquinas de lujo para el plantel ourensano. Después de un año sin muchas alegrías en el Formentera, volvió a la península seducido por la claridad de Rubén Domínguez: «El míster me contó con mucha decisión lo que quería de mí y lo que podía aportar al equipo. Hizo lo mismo con cada jugador, pero en mi caso sentí que podía desplegar aquí mi juego y me vine sin dudarlo».

Y Ballardo coincide también con otros compañeros en que la llave que abre más puertas en el Ourense CF es la de pensar en el grupo: «Recalco que en esta plantilla hay una gran calidad humana. Desde que llegué, di todo lo que pude y también recibí. Rubén siempre dice que debes ser tú mismo y disfrutar en el campo. Y aprovechamos esa oportunidad que nos dieron. Se me pone la piel de gallina al pensar en un vestuario en el que todos queremos jugar, está claro, pero los que juegan menos son tan importantes como los demás, porque siempre están dispuestos a ayudar. Y lo mismo con los que llegaron en invierno, porque nosotros también queríamos que se integraran cuanto antes. Lo hicieron fenomenal».

Igualmente se emociona el sudamericano, que llegó muy joven a nuestro país, recordando un gol que seguramente será inolvidable, el 0-2 que desató la euforia azulona el pasado domingo: «Fue un poco lo soñado. Yo vivo con Fer —se refiere a Andrada— y estuvimos peloteando la mañana del partido. Le dije que tenía ganas de pegarla desde afuera. La jugada la inició Marqueta en largo, la ganamos nosotros, la peleó Gabri después y cuando me vino a mí solo pensé en pegarle. Cuando entró solo quería celebrarlo con los nuestros». Fue la primera piedra de un ascenso.

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