Profesionales de la Policía Nacional y la Guardia Civil colaboran con el proyecto
17 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Robos, timos, estafas, atropellos... Nadie está libre de sufrir alguno de estos percances pero los mayores son más vulnerables que el resto de la población en este sentido. El riesgo de convertirse en víctimas de alguno de estos episodios viene dado por las propias limitaciones de la edad o por el simple desconocimiento de algunas prácticas debido a la desconexión generacional. Estas son las razones por la que Cruz Roja y la Secretaría de Estado de Seguridad, del Ministerio del Interior, han suscrito un convenio de colaboración que pretende mejorar la protección de este colectivo. El acuerdo ha dado lugar a un programa de ámbito estatal que en Ourense tiene un interés especial debido a dos elementos diferenciados: el alto nivel de envejecimiento de la población -se calcula que en la provincia hay más de cien mil vecinos por encima de los 65 años- y su gran dispersión, ya que dos de cada tres viven en núcleos rurales.
La iniciativa, que ya se ha puesto en marcha, cuenta con agentes de las fuerzas de seguridad, tanto Policía Nacional como Guardia Civil, que son los encargados de ofrecer charlas «en las que les dan toda la información sobre los distintos riesgos y los forman con técnicas sencillas para protegerse de ellos, e incluso para prevenirlos cambiando algunos hábitos o costumbres que los mayores suelen tener», explica Natividad Álvarez, la técnico de Cruz Roja que coordina el proyecto.
Ya se han celebrado las primeras charlas en Castro Caldelas, Maceda, Laias, Riós y Viana do Bolo y este próximo viernes se desarrollará también una a las 11.00 horas en el salón de actos de la sede provincial en la capital ourensana. Las siguientes que ya tienen fecha serán en O Barco, el día 24 de mayo y en A Gudiña el 29 «pero, poco a poco, según vayan concretando fechas, se irán extendiendo en toda la provincia», matiza Álvarez.
El temario que se aborda en este programa es variado. «Son por ejemplo recomendaciones para evitar atropellos, porque sobre todo en el rural tienen el hábito de que siempre han cruzado por un lugar y no se dan cuenta de que ya no tienen la agilidad de antes o de que ahora hay mucho más tráfico», ejemplifica Natividad Álvarez. Otro aspecto en el que se hace inflexión es en evitar que sean víctimas de prácticas delictivas. «Aunque parezca que son desconfiados, los mayores en determinadas circunstancias son más ingenuos con relación a prácticas, como el típico timo del revisor del gas o las estafas telefónicas y lo que se intenta es darles pautas para evitar que caigan en ellas», señala. Las charlas pretenden además modificar algunas conductas de riesgo. En este aspecto los consejos van desde evitar sacar todo el dinero de la pensión junto o no comentar qué se va a hacer a aprender a identificar a quien llama a la puerta antes de abrir o no hacerlo nunca cuando la persona se encuentre sola en casa, o a no caer en determinadas ofertas telefónicas que esconden timos o voluntad de hacerse con datos del usuario como su número de cuenta.
Sistemas como el de teleasistencia ayudan a informar sobre situaciones de posible alerta
El segundo objetivo de este programa es mejorar la comunicación y colaboración con el entorno en el que viven esas personas mayores, aprovechando aquellas herramientas y servicios de los que ya dispone la entidad asistencial para trasladar a las fuerzas de seguridad posibles alertas o datos sobre comportamientos sospechosos que puedan detectar los usuarios de servicios de la Cruz Roja. «Nosotros llegamos a muchísima población mayor, pero es verdad que muchas veces estas personas no denuncian por miedo o incluso porque les da vergüenza; lo que pretendemos es que pierdan ese miedo y que nos lo cuenten» apunta Natividad Álvarez.
Se busca que a través de los canales de colaboración que se han establecido, la entidad pueda trasladar avisos que den los usuarios «si por ejemplo se enteran de se está produciendo un timo concreto por la zona, o si detectan que durante varios días anda dando vueltas por los alrededores un coche que no identifican».
Esa alerta permitirá que los cuerpos de seguridad establezcan una vigilancia más estrecha para prevenir nuevos incidentes. «No queremos que la gente coja miedo, solo que sea consciente de los riesgos y de cómo protegerse», matiza la responsable del proyecto. Álvarez recuerda que «muchos de nuestros usuarios cuentan con teleasistencia y esa es una herramienta que no solo sirve para urgencias médicas, también para cualquier otra situación y cuando una persona pulsa el botón porque está preocupado porque un coche anda rondando su casa, automáticamente se avisa de la situación a la Guardia Civil de la zona».