El pasado martes tuve la oportunidad de cubrir informativamente la primera de las visitas que periódicamente se ha comprometido a hacer el ministro de Fomento a las obras del AVE. Durante algo más de dos horas, Íñigo de la Serna comprobó el avanzado estado de ejecución de tres túneles situados justo a la entrada de la provincia de Ourense por A Mezquita.
Tras un buen rato de lento recorrido en minibús por donde ya deberían circular los trenes de alta velocidad desde hace años, el titular del Ministerio atendió a los medios de comunicación. Un periodista le preguntó por las críticas de la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que ese mismo día visitó un tramo que, tal y como denunció, lleva sin ver las máquinas trabajando desde el año 2014. «A mí me gustaría, delegado del Gobierno, que no se le olvide invitar al Bloque Nacionalista Gallego a hacer un circuito por los túneles para vean un poco el estado de ejecución de las obras», dijo Íñigo de la Serna dirigiéndose a Santiago Villanueva, que estaba a su lado. Poco después otro periodista le preguntó al ministro por las dudas del PSOE respecto a los plazos debido el retraso que acumulan los trámites necesarios para construir la línea de alta tensión que debe suministrar de energía a la infraestructura. El titular de Fomento repitió entonces el chascarrillo y encargó a Villanueva que también invite a los socialistas.
Teniendo en cuenta los continuos incumplimientos del Gobierno con las fechas dadas para la finalización del AVE, debería comprender las dudas. La provincia necesita menos bromas y más realidades.